El Rey de Ultratumba en Cataluña (parte I)

Cataluña

Marx dice en alguna parte, que la tradición de todas las generaciones muertas oprime, como una pesadilla, el cerebro de los vivos.

Nosotros, caminantes del umbral entre lo que murió y lo que vivirá, apenas nos damos cuenta de que nuestros pensamientos y nuestros actos se mueven por los dedos lívidos y translúcidos de los muertos.

Como títeres movidos por los influjos de la nigromancia, nuestros genes recuerdan, somnolientos, un lento ascenso que comenzó en los vaporosos limos de los océanos primordiales. Nuestra inteligencia despertó torpemente, como el quebradizo injerto de las emociones que la especie humana experimentaba, temblorosa y cubierta de harapos, al arrastrarse por las oscuras y profundas cavernas del mundo.

Franco es el Rey de Ultratumba que domina nuestra conciencia política. El bando mal llamado «nacional» es su ejército espectral que, desde las tinieblas del sepelio, nos insuflan las emociones que experimentamos en la política, y, por biológica extensión, determinan nuestro raciocinio político.

Como en la mente de un esquizofrénico, los chillidos del Rey de Ultratumba resuenan cada vez que un español habla de su nación. La manifestación externa de la cualidad nacional, algo tan natural en el humano como el instinto de territorialidad en los mamíferos superiores, está ligada a los dictados de un No-muerto.

El sentimiento nacional es tan poderoso en la especie humana, constituye una emoción tan pura y primitiva, tan cercana a nuestro instinto de supervivencia colectiva, que ni el internacionalismo obrero e intelectual pudo evitar que los proletarios rusos y alemanes se alzasen en armas para defender sus respectivas patrias, incluyendo a los burgueses que los explotaban cruelmente en ellas. El fracaso internacionalista de Lenin fue una lección para Stalin, que aprovechó el nacionalismo —esa inagotable fuente de energía primitiva—, para erigir un imperio que caminara victorioso.

Pero aquí, en España, esa fuente vital se halla cercenada, enferma.

Toda neurosis es un conflicto entre pulsiones inconscientes. La pulsión irreprimible del orgullo nacional colisiona con la repugnancia, culpa y vergüenza que nos produce nuestra propia clase política.

Esta neurosis nacional, la patología mental que padecemos, tiene una explicación clínica. Brota en su génesis de un sólo hecho: la integración de la nación en el Estado.

En España, el poder político siempre se ha ejercido de arriba hacia abajo. Es el Estado quien ha controlado a la nación, nunca al revés. La clase política española jamás ha sido mediadora entre la sociedad civil y el Estado. El poder político, siempre en manos de facciones del poder estatal, ha manipulado, expoliado y pisoteado al pueblo porque nunca formó parte de él; «de tal manera que el pueblo, engañado o forzado, no delibera más que sobre su propia ruina» (Maquiavelo).

En España no existe el nacionalismo. El término es insuficiente para explicar la realidad observable. Si la nación está conducida y dominada por el Estado, la palabra exacta es estatalismo1. En consecuencia, todo «nacionalismo» en España, central o centrífugo, ha sido un estatalismo. Porque la nación siempre ha sido dominada y conducida por el Estado: desde arriba hacia abajo.

La integración de la nación en el Estado fue visiblemente totalitaria en vida de Franco. Al igual que el espectro del tirano, la integración de la nación en el Estado es hoy fantasmal; subsiste bajo fórmulas sofisticadas e hipócritas, ocultas a la vista por las veladuras de la no-muerte.

Es por esta reversión que el Rey de Ultratumba, el que no murió, sigue siendo nuestro dictador: él dicta nuestro sentimiento nacional, él dicta cómo se hace la política. Cuando el franquismo identificó a la nación española con el Estado totalitario —esto es, cuando el Estado impregnó hasta el último resquicio de la nación, y todos los símbolos nacionales fueron prostituidos e hipertrofiados bajo el dominio de una facción autodenominada «nacional»—, la nación española pasó a ser una cuestión definitivamente ideológica. No el sustrato neutro que conforma a un pueblo y lo diferencia de otros, independientemente de los cursos ideológicos que van y vienen; no la madre indiscutible y amada de todos los españoles: la nación española es hoy una cuestión partidista, propiedad de los partidos.

Como decíamos, si con el franquismo la integración de la nación en el Estado era visible, hoy es invisible. Esta continuidad, pero revertida, explica que hoy impere el anti-franquismo donde antes estaba el franquismo. En lo que llaman derecha impera mediante la culpa: tal es el miedo a parecerse a Franco, que la derecha actúa con una inmoderada permisividad bajo la égida del relativismo. En lo que llaman izquierda, el anti-franquismo es el dedo del inquisidor; el relativismo es idéntico que en la derecha, pero, como hiciesen los censores de antaño, estos anti-censores se cuidan de cercenar, censurar o señalar cualquier cosa que recuerde al franquismo: incluida la defensa de la nación española.

La pestilencia del No-muerto sigue contaminando el sentimiento nacional. La integración oculta de la nación en el Estado, y las encubiertas ambiciones de poder de los partidos estatales, nuevas facciones del poder político que nos dominan verticalmente (como siempre ha sido), explica la construcción de discursos impostados y absolutamente falsos. Desde arriba se enarbola la mentira de una reconciliación nacional, surgida en 1978 como por arte de magia. Pero el Régimen del 78, toda vez que no rompió con el franquismo, toda vez que fue orquestado por unos pocos desde arriba hacia abajo, y toda vez que multiplicó y sofisticó la forma vertical de dominio del Estado sobre la nación, ha agravado la neurosis.

La reconciliación nacional es una superstición; un mito propagado por las facciones estatales, multiplicadas en número y recursos. A los partidos estatales en el fondo les da igual la nación, la desprecian, porque pretenden dominarla, parasitarla. En suma, nunca ha habido reconciliación nacional; sencillamente, porque la nación nunca ha sido libre para hacer nada.

La prueba manifiesta de que no hay reconciliación nacional alguna, y de que es el No-muerto quien domina nuestras vidas, la vemos hoy en Cataluña. La oligarquía estatal catalana, en un ejercicio supino, deforme y excéntrico de anti-franquismo (esto es, de anti-España), ha ido orquestando durante años una sedición desde arriba (el poder estatal), hacia abajo (la sociedad civil, la nación). Y la reacción de la oligarquía estatal del resto de España ha sido la de rehuir de toda acción contundente y eficaz para detener la sedición a tiempo. Como un tabú, se evitó hablar del delito de sedición por temor a que, remotamente, apareciera el espectro de Franco.

El miedo al No-muerto impidió que Rajoy, sólo preocupado de ganar las elecciones a unos emergentes oligarcas (Iglesias y Rivera), aplicase el Código Penal a tiempo. Con tal de no parecer franquistas, a ningún partido estatal le importó que la sedición creciese hasta estallar; hasta el punto de fracturar gravemente la convivencia nacional. La mano del Rey de Ultratumba mueve a los títeres.

En el próximo artículo explicaremos cómo el No-muerto, el Insepulto, se ha aparecido en Cataluña. Veremos también cómo se puede aprovechar su última manifestación para destruirlo definitivamente. Con la luz de la Ciencia y la Razón veremos cómo desterrarlo del mundo de los vivos para arrojarlo a donde pertenece, al pasado, al reino de los muertos.

***

1 El diccionario no recoge el vocablo «estatalismo», sino «estatismo». Pero dada la polisemia de la palabra («estatismo» también significa inmovilismo), opto por «estatalismo» porque es más expresivo y se entiende perfectamente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra
Traducir
Scroll al inicio

Política de privacidad

Queremos que leas y comprendas esta Política de Privacidad. Por eso, la hemos redactado en un lenguaje fácil y sencillo. No obstante, si quieres consultar las cuestiones más importantes, puedes dirigirte directamente al final y las verás especificadas de forma concisa en una tabla.

¿Quiénes somos y qué hacemos con tus datos?

En la asociación Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional (MCRC) (en adelante, “MCRC"), somos responsables del tratamiento de tus datos de carácter personal que llevaremos a cabo desde la página web del Diario Español de la República Constitucional (en adelante, el “Diario”): www.diariorc.com, la cual incluye la tienda de la editorial del MCRC (en adelante, la “Tienda”), cuyo dominio es de nuestra titularidad, según la información recogida en esta política de privacidad. Debes saber que somos una asociación cultural con domicilio social en Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, 28223, Madrid, y nuestro NIF es G-86279259. Si tienes cualquier duda o consulta acerca de cómo tratamos tus datos, puedes escribirnos a [email protected] y estaremos encantados de atenderte. El acceso y/o uso al Diario te atribuye la condición de usuario (en adelante, “Usuario”), e implica la aceptación, desde dicho acceso y/o uso, de la presente Política de Privacidad para las finalidades indicadas en la misma así como el Aviso Legal, que también puedes consultar en el Diario.

¿Qué información recabamos sobre ti?

Recogemos los datos estrictamente necesarios para garantizar el correcto funcionamiento del boletín, la provisión de los servicios de venta ofrecidos en la Tienda, así como para asegurar que cumplimos con lo que nos piden los Usuarios, ya sea mediante la solicitud de información como el envío de compras realizadas a través del Diario. Recabamos información sobre ti cuando:
  • Nos solicitas información, ya sea vía email o a través de nuestro formulario web.
  • Te suscribes a nuestro boletín informativo, y/o solicites el envío las publicaciones por Whatsapp.
  • Nos remites obras para su publicación en el Diario.
  • Realizas una compra en la Tienda.
  • Dejas un comentario en la sección de comentarios de los contenidos del Diario.
Para que la información facilitada esté siempre actualizada y no contenga errores, recuerda comunicarnos las modificaciones que se vayan produciendo de tus datos de carácter personal a través de un correo electrónico a nuestra dirección. Además, cuando navegues por el Diario, podrán instalarse en tu dispositivo distintas cookies y otros dispositivos de seguimiento con el fin de asegurar un correcto funcionamiento de la página web, tal y como te explicamos en la Política de Cookies que puedes consultar en el Diario.

¿De dónde hemos obtenido tus datos?

Como puedes ver en el apartado anterior, los datos personales que necesitamos tratar en relación con el Diario, nos los aportas libremente a través de distintos canales. No obstante, en caso de que aportes datos personales de un tercero, garantizas que le has informado de esta Política de Privacidad y has obtenido su autorización para facilitarnos sus datos con las finalidades indicadas. Igualmente, te haces responsable de cualquier daño o perjuicio, directo o indirecto, que pudiera ocasionarse como consecuencia del incumplimiento de tal obligación. Como Usuario, garantizas que los datos que nos facilites -ya sean tuyos o de un tercero- serán veraces y exactos, debiéndonos comunicar cualquier modificación de los mismos. Nos reservamos el derecho a excluir del Diario a aquellos usuarios que hayan facilitado datos falsos, sin perjuicio de las demás acciones que procedan en Derecho.

¿Cómo funciona el boletín y la lista de difusión de Whatsapp?

El MCRC cuenta con un boletín informativo digital mediante el cual se comunica con sus asociados y suscriptores para mantenerles informados de las últimas publicaciones, novedades, acciones y participaciones. Suscribirte al boletín es muy sencillo, simplemente tienes que indicar tu correo electrónico en el apartado al efecto del Diario. Así mismo, el MCRC dispone de una lista de difusión de Whatsapp mediante la cual realiza avisos informativos con las publicaciones del boletín. Si quisieras recibir los avisos mediante la lista de difusión simplemente tendrás que aportar tu número de teléfono. Todos los datos que nos proporciones serán tratados de conformidad con esta Política de Privacidad.

¿Cómo usaremos tus datos y en base a qué?

Los datos de carácter personal recabados por el MCRC podrán ser utilizados para las siguientes finalidades: (i) Información. (ii) El envío del boletín informativo del MCRC mediante correo electrónico, y para enviarte mensajes informativos por Whatsapp en el caso de haberte suscrito. (iii) El envío de compras realizadas en la Tienda. (iv) La publicación de comentarios en el Diario. Desde el MCRC utilizaremos tus datos con las siguientes finalidades:
  1. Atender tus peticiones de información.
  2. Enviarte el boletín informativo en el case de haberte suscrito.
  3. Enviarte cualquier compra realizada en la Tienda a la dirección que nos proporciones.
  4. Generar facturas relacionadas con las compras realizadas en la Tienda.
  5. Atender cualquier solicitud de ejercicio de tus derechos que nos puedas hacer llegar, en cumplimiento de nuestras obligaciones legales.

¿Durante cuánto tiempo guardamos tus datos?

Sólo mantendremos tus datos durante el tiempo que sea estrictamente necesario para ofrecerte la información que requieras y poder realizar los envíos y realizar un seguimiento de los mismos, y posteriormente durante el periodo que resulte indispensable para poder cubrir eventuales responsabilidades o para la formulación, ejercicio o defensa de reclamaciones. No obstante lo anterior, podrás solicitar la eliminación de tus datos, y en caso de resultar aplicables dichos plazos legales de conservación, se mantendrán bloqueados durante el tiempo que la normativa establezca. En cuanto a nuestro boletín, conservaremos los datos proporcionados en tanto no manifiestes tu voluntad de darte de baja de los servicios.

¿Vamos a comunicar tus datos a terceros?

No cederemos tus datos a terceros excepto cuando se nos requiera por Ley, y en particular, podremos comunicar tus datos a las siguientes entidades, siempre en relación con las finalidades descritas:
  • A los órganos competentes de las Administraciones Públicas en cumplimiento de las obligaciones legales que nos sean de aplicación.
  • A nuestros proveedores de servicios auxiliares, necesarios para el normal funcionamiento de los servicios contratados, incluido el envío de las compras realizadas en el portal. En el caso de que algún proveedor se encuentre en una jurisdicción ajena al ámbito de aplicación del RGPD, te garantizamos que se encontrarán adheridos al Escudo de Privacidad (Privacy Shield) UE - EE. UU. Puedes aprender más haciendo click en este hipervínculo: https://www.aepd.es/sites/default/files/2019-09/guia-acerca-del-escudo-de-privacidad.pdf
    • A nuestros colaboradores, en el seno de prestaciones de servicios, los cuales estarán obligados a su vez a guardar la más estricta confidencialidad.

¿Cuáles son tus derechos y cómo puedes ejercitarlos?

  1. Derecho a acceder a tus datos personales para saber cuáles están siendo objeto de tratamiento y con qué
  2. Derecho a rectificar cualquier dato personal inexacto -por ejemplo, si necesitas actualizar la información o corregirla en caso de que fuera incorrecta-.
  3. Suprimir tus datos personales, cuando esto sea posible. Si la normativa vigente no nos permite eliminar tus datos, los bloquearemos durante el tiempo restante.
  4. Solicitar la limitación del tratamiento de tus datos personales cuando la exactitud, la legalidad o la necesidad del tratamiento de los datos resulte dudosa, en cuyo caso, podremos conservar los datos para el ejercicio o la defensa de reclamaciones.
  5. Oponerte al tratamiento de tus datos personales.
  6. Llevar a cabo la portabilidad de tus datos.
  7. Revocar el consentimiento otorgado -por ejemplo, si te suscribiste al boletín y ya no deseas recibir más información-.
  8. Ejercer tu derecho al olvido.
Podrás ejercitar tus derechos en cualquier momento y sin coste alguno, indicando qué derecho quieres ejercitar, tus datos y aportando copia de tu Documento de Identidad para que podamos identificarte, a través de las siguientes vías:
  1. Dirigiendo un correo electrónico a nuestra dirección: [email protected]
  2. Dirigiendo una solicitud escrita por correo ordinario a la dirección Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, 28223, Madrid.
  3. Además, cuando recibas cualquier comunicación nuestra, clicando en la sección de baja que contendrá esa comunicación, podrás darte de baja de todos envíos de comunicaciones del MCRC previamente aceptados.
  4. Cuando te hayas suscrito a la recepción de mensajes informativos a través de Whatsapp podrás cancelar la suscripción desde el formulario del Diario donde te diste de alta, indicando que deseas darte de baja.
Si consideras que hemos cometido una infracción de la legislación en materia de protección de datos respecto al tratamiento de tus datos personales, consideras que el tratamiento no ha sido adecuado a la normativa o no has visto satisfecho el ejercicio de tus derechos, podrás presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, sin perjuicio de cualquier otro recurso administrativo o acción judicial que proceda en su caso.

¿Están seguros tus datos?

La protección de tu privacidad es muy importante para nosotros. Por ello, para garantizarte la seguridad de tu información, hacemos nuestros mejores esfuerzos para impedir que se utilice de forma inadecuada, prevenir accesos no autorizados y/o la revelación no autorizada de datos personales. Asimismo, nos comprometemos a cumplir con el deber de secreto y confidencialidad respecto de los datos personales de acuerdo con la legislación aplicable, así como a conferirles un tratamiento seguro en las cesiones y transferencias internacionales de datos que, en su caso, puedan producirse.

¿Cómo actualizamos nuestra Política de Privacidad?

La Política de Privacidad vigente es la que aparece en el Diario en el momento en que accedas al mismo. Nos reservamos el derecho a revisarla en el momento que consideremos oportuno. No obstante, si hacemos cambios, estos serán identificables de forma clara y específica, conforme se permite en la relación que hemos establecido contigo (por ejemplo: te podemos comunicar los cambios por email).

Resumen de Información de nuestra Política de Privacidad.

Responsable del tratamiento MOVIMIENTO DE CIUDADANOS HACIA LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL (MCRC) Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid. NIF: G-86279259
Finalidades de tratamiento de tus datos personales - Atender tus solicitudes de información, comentarios, peticiones y/o consultas en el marco de tu relación con el MCRC. - Atender las solicitudes para el ejercicio de tus derechos. - Enviarte todas las comunicaciones a las que te hubieras suscrito, incluido el boletín (si te hubieras suscrito) y comunicaciones por Whatsapp. - Enviar cualquier compra realizada en la Tienda del MCRC.
Origen de los datos tratados - Nos los has facilitado libremente tú mismo o un tercero en tu nombre. - Los hemos recabado a través de nuestro Sitio Web mediante cookies. Puedes obtener más información sobre este tratamiento en nuestra Política de Cookies.
Base de Legitimación para el tratamiento - El tratamiento es necesario para la ofrecerte la información necesaria en atención a tu condición de asociado del MCRC. - Para determinados tratamientos, nos has dado tu consentimiento expreso (ej participación en una acción; boletín…). - Contrato de compra entre las partes.
Cesión de datos a terceros - Cedemos tus datos a proveedores de servicios, incluidos aquellos relativos al envío de las compras realizadas en la Tienda. - En ningún caso se cederán tus datos a personas ajenas a la actividad del MCRC (ya sean asociados o ajenos a la asociación) y los servicios que nos has sido solicitado. - Cedemos tus datos a determinadas autoridades en cumplimiento de obligaciones legales (ej. Administraciones Públicas).
Plazos de conservación - Conservaremos tus datos durante el tiempo que siga vigente tu relación con el MCRC. - Si nos pides expresamente que los eliminemos, así lo haremos salvo que exista una obligación legal que nos lo impida o que, por ejemplo, necesitemos utilizarlos para la formulación, ejercicio y defensa de reclamaciones.
Derechos del interesado Podrás solicitarnos el ejercicio de tus derechos por correo electrónico: [email protected], o por escrito a nuestro domicilio social en Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid. Puedes pedirnos el derecho a acceder a tus datos, a solicitar su rectificación o supresión, a limitar el tratamiento de tus datos, o a oponerte a determinados tratamientos, a retirar el consentimiento que nos hubieras prestado, a la portabilidad de tus datos o a no ser objeto de una decisión basada únicamente en el tratamiento automatizado. Si no estás de acuerdo con el tratamiento que realizamos de tus datos, puedes presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos: www.aepd.es. Si tienes alguna duda sobre esta Política de Privacidad o el tratamiento de tus datos, escríbenos a nuestra dirección de correo electrónico [email protected], y estaremos encantados de atenderte.

¡Hola! ¿Quieres recibir todas nuestras novedades al instante?
Envíanos tu número de teléfono y te añadiremos a nuestra lista de
difusión de Whatsapp.

     

    Whatsapp