Revista de medios de diciembre de 2021

Luis Escribano señala que «los partidos han generado un grave problema con el empleo público temporal, y las maquiavélicas soluciones que plantean darán pie a numerosas reclamaciones de opositores, estatutarios, funcionarios y laborales fijos, que podrán acabar en millonarias indemnizaciones que pagaremos todos los españoles, como es habitual en esta partidocracia», y concluye así que «en caso de ganarse las reclamaciones patrimoniales, el coste a pagar por las Administraciones Públicas debería ser repercutido, según la ley, en el patrimonio personal de las autoridades y funcionarios responsables. Sin embargo, este deber legal, que se conozca, no ha sido ejercido por ninguna Administración Pública, porque ya saben que perro no come perro. ¿Se imaginan a un cargo político del PSOE, PP, VOX, IU, Podemos, Ciudadanos, etcétera, exigiendo directamente la responsabilidad patrimonial personal a otros cargos de su propio partido? Con esta partidocracia, les aseguro que no lo verán en ninguna Administración Pública».

Exmiembros del Tribunal Constitucional, tribunal político al servicio de los partidos que lo elige, hablan de reforma del llamado Estado de las Autonomías, pero en el sentido de profundizar en él y, por tanto, en la disgregación del sujeto constituyente, bienquista a este órgano constitucionario. Apelan a una «lealtad federal» que delata el proyecto del régimen partidocrático de blindar, como se dice ahora, el cacicato autonómico cubriéndolo de ropajes federales —imposibles de toda imposibilidad pues los estados a unos estómagos agradecidos que piensan que pueden sobrevivir a la ruina de la nación política y de sus compatriotas—.

Sobre el postsanchismo se pronuncia Ignacio Ruiz Quintano: «Al españolejo se le vende que “muerto Sánchez, se acabó la rabia”, y luego vendrán los ayes. Pues no son Sánchez, ni Mariano ni Zetapé ni Aznarín ni Gonzalón ni Leopoldo (“marmolillo peatonal”, para Guerra) ni Suárez ni Arias… Es el sistema, es decir, el sindicato de poder de lo que en buena literatura política se conoce por “oligarquías inverecundas” cuyo factor de gobierno es el consenso político (reparto, corrupción) en el Estado de Partidos, ese Imperio del Bien (Muray) en el que el vicio es la virtud, la mentira la verdad, el mal el bien, el valor la cobardía, la estulticia sabiduría… Ni derecha ni izquierda: centro. No te metas en política (conflicto), que de ella se ocupan los que saben.  –La derecha y la izquierda —dice Negro— han convergido en el consenso político: la conspiración de los partidos consensuados contra las libertades en lugar del partido único de los regímenes totalitarios. Es el comunismo por arriba. El consenso, dicho por Muray, ha desplazado al comunismo “porque por fin lo ha realizado”. El consenso político es una nomenklatura tecnocrática economicista semejante a la soviética, que consagra, según Negro, las distopías de Huxley y Orwell como los mejores manuales de teoría del Estado o del Gobierno».

Refiriéndose al gobierno actual, Luis Riestra se pregunta: «¿Pero de dónde salen estos individuos? Pues del sistema electoral de esta partitocracia, como hemos explicado aquí tantas veces, una aberración política que cada día que pase degenerará más. La mejor demostración de eso tal vez sea la que da en un vídeo, que debe verse, aunque el personaje es bastante «aburrido», un diputado compañero de escaño del mismo Garzón. En él explica la desconexión total entre ciudadanos y unos diputados que simplemente hacen lo que les dice el órgano director del partido, que vayan ustedes a saber para quién trabajan, pues algunos parecen a sueldo de Marruecos u otros gobiernos aficionados a repartir sobres. Ante esto siempre aparece alguno que dice «disfruten lo votado», como si en una partitocracia votar sirviera de algo (salvo para legitimarla), y si no, pregúntenles a los votantes del PP en Baleares o Galicia».

Sobre la auténtica naturaleza del voto en blanco se expresa Ignacio Ruiz Quintano: «El TC declaró inconstitucionales los confinamientos consensuados por socialistas y populares, por lo que populares y socialistas, en lugar de entregar sus actas e ingresar voluntariamente en un Centro de Rehabilitación Democrática, resolvieron cambiar de TC, y en la votación para “legitimar” el chalaneo la diputada popular Doña Cayetana Álvarez de Toledo Peralta-Ramos, que, al revés que Barras, habla bien y vota mal, votó… “en blanco”. El voto en blanco no es el chaleco blanco de Robespierre ni el desaparecido derecho de resistencia del pueblo (¡hasta aquí lo mucho de tonto y lo poco de soberano que es el pueblo!); significa, simplemente, que aceptas el sistema, pero que, entre un haz de heno y otro haz de heno, no sabes con cuál quedarte, como le pasó al asno de Buridán. Pero los partidejos se rigen por la ley de hierro de la oligarquía estudiada por Michels en la socialdemocracia alemana (y puesta a prueba –con éxito, con lo cual se silenció– por Bujarin en el comunismo soviético). Esa ley se resume en que los intereses que representan los partidejos son los que convienen a sus jefes, y el jefe del PP ha incoado a su diputada rebelde un expediente disciplinario por desobedecer el mandato imperativo expresamente prohibido por la Constitución, circunstancia que en su día ya tuvo en cuenta Margarita Robles, nuestra jurista más alta, para sacudirse una multa de su partido por votar contra Rajoy cuando el mandato era la abstención, y a este chamarileo llaman nuestros Hamilton “democracia representativa”. En el Estado de Partidos, un Estado dentro del Estado, los partidos son a la vez “órganos del Estado, legisladores y representantes de sí mismos bajo el pretexto de integrar (nunca ‘representar’) a las masas en el Estado».

Estas declaraciones de la vicepresidenta Díaz de que advirtió al resto del gobierno de la gravedad de la pandemia antes del 8-M y no fue escuchada deben enmarcarse en la campaña electoral permanente que realizan los jefes de partidos del régimen. Estas puñaladas a sus coyunturales socios de gobierno —PSOE y Podemos— son de una gran torpeza, pues también la señalan a ella misma, ya que debió haber dimitido o denunciado públicamente el altísimo riesgo de contagio que significaron acciones estandarte de la izquierda indefinida como el 8-M, así como otros actos colectivos que se permitieron esas infaustas fechas (lo que demuestra que a ella tampoco le importaba mucho la salud pública). Pero quizás sea demasiado pedir que se añada inteligencia al torpe tacticismo de la clase política en su lucha por asegurarse parcelas de poder del Estado.

Víctor Lenore pasa revista a varias publicaciones sobre la llamada movida de los años 80, para preguntarse: «¿Cuál fue la ideología de la Movida? Antes de nada, hay que aclarar que aquellas canciones chispeantes fueron la banda sonora del aterrizaje en España de la sociedad de consumo. Son prácticamente iguales que los anuncios de radio y televisión, basta escuchar “Quiero ser un bote de Colón” (Alaska y los Pegamoides), “Enamorado de la moda juvenil” (Radio Futura) y “Busca algo barato” (Mecano). Alguna incluso terminaría sirviendo de sintonía para anuncios de la ‘Planta Joven’ de El Corte Inglés. La ideología de la época, podemos decir tranquilamente, fue el consumismo hedonista, con su fuerte poder uniformador. Lo explicó Pier Paolo Pasolini con máxima precisión: “La homogeneización ‘cultural’ nos afecta a todos: pueblo y burguesía, obreros y proletarios. El contexto social ha mutado en el sentido de que se ha unificado de manera extrema. La matriz de la que salen todos los italianos es ahora la misma”, lamentaba en un artículo de 1974. Algo parecido hizo la Movida: disolver casi todas las culturas previas en el crisol del pop estandarizado del turboconsumismo socialdemócrata». Todo ello, sin duda, impulsado por el poder político partidocrático, que, detentado por el PSOE, animaba a los súbditos, como en el franquismo, «a no meterse en política», y a vivir, en este caso, la vida «a lo loco», frente a las requisitorias morales católicas de su régimen progenitor, y que no dudó tampoco —señala Lenore—, como el franquismo, en censurar aquellos elementos disentientes en aquel conglomerado socio-artístico-cultural.


Ignacio Ruiz Quintano reflexiona sobre la conmemoración de la Carta Otorgada de 1978: «Fabián Estapé, el fabiano del desarrollismo franquista, decía que la Transición la trajo el 600, pero la C’78 tuvo un origen misterioso (religioso): no salió de la libertad constituyente, sino de un poder constitucionario (el poder constituido que se atribuye poder constituyente), y no constituyó una separación de poderes (única razón de ser de una Constitución), sino una oligarquía de partidos. El pueblo español, que presume de habérsela dado “con mucho trabajo”, se enteró de que se estaba haciendo por una primicia de “Cuadernos para el Diálogo”. –La han leído ya el Rey, Suárez y el cardenal Tarancón; ha pasado por la Generalitat y está en un armario de “Mundo Obrero”. ¿Por qué se le escamotea al resto de los españoles? […] Hoy, los mismos partidos que la atropellan para confinar ilegalmente a los españoles, se cargan al TC que se lo afea y montan la Love Parade del Consenso. Están por encima de la Constitución: es la dictadura de los festivócratas».

Gregorio Morán explica la situación creada tras la petición de unos padres de Canet de Mar (Barcelona) de que su hijo reciba un cincuenta por ciento de enseñanza en español: «La epístola del matrimonio de Canet de Mar ha sacado a flote lo más oculto de la retórica nacionalista en Cataluña. El secreto mejor guardado desde los tiempos de Jordi Pujol. La inmersión lingüística, el falso objetivo de lograr una coexistencia entre dos idiomas pertrechados y empujar a uno para que pudiera equilibrarse con el otro. Todas las paparruchas respecto a las bondades del bilingüismo asimétrico se han venido abajo, cuestionando el mito autocomplaciente del supuesto pilar de la convivencia en Cataluña. La inmersión lingüística, consensuada y benevolente, escondía un objetivo que se convirtió en descaro: la inmersión política. La obligatoriedad de una lengua única era la añagaza para lograr la identificación con el catalanismo desde la infancia. […] La lengua en Cataluña es un instrumento político que, además, constituye una forma de relacionarse entre la ciudadanía […] ¿Qué sería de Esquerra Republicana si ahora que el independentismo está en caída libre no pudieran apelar a la lengua? Es la última fortaleza que consiente las dosis de mando y xenofobia imprescindibles para construir una ideología patriótica. El valor de la carta del frutero de Canet está en que cuestiona la hegemonía omnímoda de la inmersión política, ese sujeto imprescindible para conformar una mayoría parlamentaria […] Pedían el 50% y los tribunales les concedieron el 25%, pero lo consideran demasiado quienes viven y medran gracias al 100%. Admitir agujeros amenazaría al sistema clientelar construido durante décadas. […] Tocan a rebato: todo el que cobre la subvención deberá manifestar su rechazo. Los sindicatos UGT y CCOO se apuntaron los primeros». Este episodio demuestra, como indica Ruiz Quintano, la inexistencia de una constitución: «Cinco años tiene el niño de Canet, famoso porque en el cuento de hadas de la Transición que los liberalios cantan como ruiseñores en los pimpollares, grita “el rey va desnudo” (idea que en El conde Lucanor nuestro Don Juan Manuel representa con un negro —“yo estoy ciego o vos desnudo vais” — en el papel del niño). Y ha sido un niño de cinco años quien dijera al “viejo y sabio pueblo español”, solo en la escuela, que no hay auténtica Constitución, pues si la ley es la defensa de todos contra uno, una Constitución es la defensa de uno contra todos.–La única seguridad que puedo darles es que la Constitución será sostenida por mí con todos los recursos legales bajo mi poder –contesta el presidente Eisenhower al gobernador de Arkansas, Orval Faubus, que desafía con la Guardia Nacional la orden de la Corte Suprema de admitir en el distrito escolar de Little Rock a nueve estudiantes negros. Y envía a la 101 División Aerotransportada, cuyos paracaidistas escoltan a los estudiantes en la escuela».

Alberto Iturralde y Emilio Triviño comentan la noticia de que el gobierno favorecerá la creación de la figura de los «comunicadores fiables» en las redes contra los delitos de odio como una manifestación más del afán totalitario del régimen partidocrático del 78, para que todo quede bajo el control de los partidos políticos estatales. La censura bienintencionada o virtuosa ha pasado a convertirse en una herramienta cada vez más eficaz en la abolición de la libertad de pensamiento, sin la que la libertad de expresión carece de sentido.


La respuesta del pequeño ayuntamiento de Camporredondo a la extemporánea petición del Senado de cambiar el nombre de una calle en aras de la llamada «Memoria histórica» (conceptos que no serían conjugados para Gustavo Bueno, pues según éste mismo la memoria pertenece al terreno de lo subjetivo personal, frente a la historia como disciplina científica) es índice de la rebelión de la sociedad civil, encarnada por munícipes que no reciben un sueldo y que aspiran a ser representante de sus paisanos en un sistema que no es representativo. Su réplica va directa al meollo del problema que representa una clase política, la partidocrática, por ende ignorante de las propias leyes que elabora sin contar con los súbditos a los que irrepresenta, todo ello para consolidar un conglomerado ideológico en el que pretende hacer florecer el criadero de sus votantes.

Alberto Pérez Giménez analiza el discurso navideño del Rey: «Que el discurso de Nochebuena del Rey es supervisado por el Ejecutivo es algo sabido. Pero este año ha sido el primero en el que sus palabras podrían ser suscritas, de inicio a fin, por el inquilino de Moncloa en una de sus jaculatorias televisadas disfrazadas de comparecencia institucional sin preguntas. […] En definitiva, cinco palabras para el tarifazo, cuatro líneas para la crisis económica, ni una sola sobre su padre. A cambio, confianza total en la recuperación económica pese a lo que digan las previsiones, orgullo por la recuperación del empleo y presumir de la vacunación para afrontar una pandemia que ha dejado en casa, solos, a muchos españoles viendo el discurso más sanchista de Felipe VI». Todo esto está, empero, en consonancia con el papel que le corresponde al rey en la actual Monarquía de partidos españoles, el de dar un barniz de prestigio institucional al reparto del poder del estado, al saqueo de los súbditos, y a las divisiones ideológicas interesadas introducidas en el sujeto constituyente nacional. Indigno papel, pues, de una institución, que, aparte de consagrar el principio de desigualdad, supone una deshonra para los españoles amantes de la libertad política.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra
Traducir
Scroll al inicio

Política de privacidad

Queremos que leas y comprendas esta Política de Privacidad. Por eso, la hemos redactado en un lenguaje fácil y sencillo. No obstante, si quieres consultar las cuestiones más importantes, puedes dirigirte directamente al final y las verás especificadas de forma concisa en una tabla.

¿Quiénes somos y qué hacemos con tus datos?

En la asociación Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional (MCRC) (en adelante, “MCRC"), somos responsables del tratamiento de tus datos de carácter personal que llevaremos a cabo desde la página web del Diario Español de la República Constitucional (en adelante, el “Diario”): www.diariorc.com, la cual incluye la tienda de la editorial del MCRC (en adelante, la “Tienda”), cuyo dominio es de nuestra titularidad, según la información recogida en esta política de privacidad. Debes saber que somos una asociación cultural con domicilio social en Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, 28223, Madrid, y nuestro NIF es G-86279259. Si tienes cualquier duda o consulta acerca de cómo tratamos tus datos, puedes escribirnos a [email protected] y estaremos encantados de atenderte. El acceso y/o uso al Diario te atribuye la condición de usuario (en adelante, “Usuario”), e implica la aceptación, desde dicho acceso y/o uso, de la presente Política de Privacidad para las finalidades indicadas en la misma así como el Aviso Legal, que también puedes consultar en el Diario.

¿Qué información recabamos sobre ti?

Recogemos los datos estrictamente necesarios para garantizar el correcto funcionamiento del boletín, la provisión de los servicios de venta ofrecidos en la Tienda, así como para asegurar que cumplimos con lo que nos piden los Usuarios, ya sea mediante la solicitud de información como el envío de compras realizadas a través del Diario. Recabamos información sobre ti cuando:
  • Nos solicitas información, ya sea vía email o a través de nuestro formulario web.
  • Te suscribes a nuestro boletín informativo, y/o solicites el envío las publicaciones por Whatsapp.
  • Nos remites obras para su publicación en el Diario.
  • Realizas una compra en la Tienda.
  • Dejas un comentario en la sección de comentarios de los contenidos del Diario.
Para que la información facilitada esté siempre actualizada y no contenga errores, recuerda comunicarnos las modificaciones que se vayan produciendo de tus datos de carácter personal a través de un correo electrónico a nuestra dirección. Además, cuando navegues por el Diario, podrán instalarse en tu dispositivo distintas cookies y otros dispositivos de seguimiento con el fin de asegurar un correcto funcionamiento de la página web, tal y como te explicamos en la Política de Cookies que puedes consultar en el Diario.

¿De dónde hemos obtenido tus datos?

Como puedes ver en el apartado anterior, los datos personales que necesitamos tratar en relación con el Diario, nos los aportas libremente a través de distintos canales. No obstante, en caso de que aportes datos personales de un tercero, garantizas que le has informado de esta Política de Privacidad y has obtenido su autorización para facilitarnos sus datos con las finalidades indicadas. Igualmente, te haces responsable de cualquier daño o perjuicio, directo o indirecto, que pudiera ocasionarse como consecuencia del incumplimiento de tal obligación. Como Usuario, garantizas que los datos que nos facilites -ya sean tuyos o de un tercero- serán veraces y exactos, debiéndonos comunicar cualquier modificación de los mismos. Nos reservamos el derecho a excluir del Diario a aquellos usuarios que hayan facilitado datos falsos, sin perjuicio de las demás acciones que procedan en Derecho.

¿Cómo funciona el boletín y la lista de difusión de Whatsapp?

El MCRC cuenta con un boletín informativo digital mediante el cual se comunica con sus asociados y suscriptores para mantenerles informados de las últimas publicaciones, novedades, acciones y participaciones. Suscribirte al boletín es muy sencillo, simplemente tienes que indicar tu correo electrónico en el apartado al efecto del Diario. Así mismo, el MCRC dispone de una lista de difusión de Whatsapp mediante la cual realiza avisos informativos con las publicaciones del boletín. Si quisieras recibir los avisos mediante la lista de difusión simplemente tendrás que aportar tu número de teléfono. Todos los datos que nos proporciones serán tratados de conformidad con esta Política de Privacidad.

¿Cómo usaremos tus datos y en base a qué?

Los datos de carácter personal recabados por el MCRC podrán ser utilizados para las siguientes finalidades: (i) Información. (ii) El envío del boletín informativo del MCRC mediante correo electrónico, y para enviarte mensajes informativos por Whatsapp en el caso de haberte suscrito. (iii) El envío de compras realizadas en la Tienda. (iv) La publicación de comentarios en el Diario. Desde el MCRC utilizaremos tus datos con las siguientes finalidades:
  1. Atender tus peticiones de información.
  2. Enviarte el boletín informativo en el case de haberte suscrito.
  3. Enviarte cualquier compra realizada en la Tienda a la dirección que nos proporciones.
  4. Generar facturas relacionadas con las compras realizadas en la Tienda.
  5. Atender cualquier solicitud de ejercicio de tus derechos que nos puedas hacer llegar, en cumplimiento de nuestras obligaciones legales.

¿Durante cuánto tiempo guardamos tus datos?

Sólo mantendremos tus datos durante el tiempo que sea estrictamente necesario para ofrecerte la información que requieras y poder realizar los envíos y realizar un seguimiento de los mismos, y posteriormente durante el periodo que resulte indispensable para poder cubrir eventuales responsabilidades o para la formulación, ejercicio o defensa de reclamaciones. No obstante lo anterior, podrás solicitar la eliminación de tus datos, y en caso de resultar aplicables dichos plazos legales de conservación, se mantendrán bloqueados durante el tiempo que la normativa establezca. En cuanto a nuestro boletín, conservaremos los datos proporcionados en tanto no manifiestes tu voluntad de darte de baja de los servicios.

¿Vamos a comunicar tus datos a terceros?

No cederemos tus datos a terceros excepto cuando se nos requiera por Ley, y en particular, podremos comunicar tus datos a las siguientes entidades, siempre en relación con las finalidades descritas:
  • A los órganos competentes de las Administraciones Públicas en cumplimiento de las obligaciones legales que nos sean de aplicación.
  • A nuestros proveedores de servicios auxiliares, necesarios para el normal funcionamiento de los servicios contratados, incluido el envío de las compras realizadas en el portal. En el caso de que algún proveedor se encuentre en una jurisdicción ajena al ámbito de aplicación del RGPD, te garantizamos que se encontrarán adheridos al Escudo de Privacidad (Privacy Shield) UE - EE. UU. Puedes aprender más haciendo click en este hipervínculo: https://www.aepd.es/sites/default/files/2019-09/guia-acerca-del-escudo-de-privacidad.pdf
    • A nuestros colaboradores, en el seno de prestaciones de servicios, los cuales estarán obligados a su vez a guardar la más estricta confidencialidad.

¿Cuáles son tus derechos y cómo puedes ejercitarlos?

  1. Derecho a acceder a tus datos personales para saber cuáles están siendo objeto de tratamiento y con qué
  2. Derecho a rectificar cualquier dato personal inexacto -por ejemplo, si necesitas actualizar la información o corregirla en caso de que fuera incorrecta-.
  3. Suprimir tus datos personales, cuando esto sea posible. Si la normativa vigente no nos permite eliminar tus datos, los bloquearemos durante el tiempo restante.
  4. Solicitar la limitación del tratamiento de tus datos personales cuando la exactitud, la legalidad o la necesidad del tratamiento de los datos resulte dudosa, en cuyo caso, podremos conservar los datos para el ejercicio o la defensa de reclamaciones.
  5. Oponerte al tratamiento de tus datos personales.
  6. Llevar a cabo la portabilidad de tus datos.
  7. Revocar el consentimiento otorgado -por ejemplo, si te suscribiste al boletín y ya no deseas recibir más información-.
  8. Ejercer tu derecho al olvido.
Podrás ejercitar tus derechos en cualquier momento y sin coste alguno, indicando qué derecho quieres ejercitar, tus datos y aportando copia de tu Documento de Identidad para que podamos identificarte, a través de las siguientes vías:
  1. Dirigiendo un correo electrónico a nuestra dirección: [email protected]
  2. Dirigiendo una solicitud escrita por correo ordinario a la dirección Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, 28223, Madrid.
  3. Además, cuando recibas cualquier comunicación nuestra, clicando en la sección de baja que contendrá esa comunicación, podrás darte de baja de todos envíos de comunicaciones del MCRC previamente aceptados.
  4. Cuando te hayas suscrito a la recepción de mensajes informativos a través de Whatsapp podrás cancelar la suscripción desde el formulario del Diario donde te diste de alta, indicando que deseas darte de baja.
Si consideras que hemos cometido una infracción de la legislación en materia de protección de datos respecto al tratamiento de tus datos personales, consideras que el tratamiento no ha sido adecuado a la normativa o no has visto satisfecho el ejercicio de tus derechos, podrás presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, sin perjuicio de cualquier otro recurso administrativo o acción judicial que proceda en su caso.

¿Están seguros tus datos?

La protección de tu privacidad es muy importante para nosotros. Por ello, para garantizarte la seguridad de tu información, hacemos nuestros mejores esfuerzos para impedir que se utilice de forma inadecuada, prevenir accesos no autorizados y/o la revelación no autorizada de datos personales. Asimismo, nos comprometemos a cumplir con el deber de secreto y confidencialidad respecto de los datos personales de acuerdo con la legislación aplicable, así como a conferirles un tratamiento seguro en las cesiones y transferencias internacionales de datos que, en su caso, puedan producirse.

¿Cómo actualizamos nuestra Política de Privacidad?

La Política de Privacidad vigente es la que aparece en el Diario en el momento en que accedas al mismo. Nos reservamos el derecho a revisarla en el momento que consideremos oportuno. No obstante, si hacemos cambios, estos serán identificables de forma clara y específica, conforme se permite en la relación que hemos establecido contigo (por ejemplo: te podemos comunicar los cambios por email).

Resumen de Información de nuestra Política de Privacidad.

Responsable del tratamiento MOVIMIENTO DE CIUDADANOS HACIA LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL (MCRC) Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid. NIF: G-86279259
Finalidades de tratamiento de tus datos personales - Atender tus solicitudes de información, comentarios, peticiones y/o consultas en el marco de tu relación con el MCRC. - Atender las solicitudes para el ejercicio de tus derechos. - Enviarte todas las comunicaciones a las que te hubieras suscrito, incluido el boletín (si te hubieras suscrito) y comunicaciones por Whatsapp. - Enviar cualquier compra realizada en la Tienda del MCRC.
Origen de los datos tratados - Nos los has facilitado libremente tú mismo o un tercero en tu nombre. - Los hemos recabado a través de nuestro Sitio Web mediante cookies. Puedes obtener más información sobre este tratamiento en nuestra Política de Cookies.
Base de Legitimación para el tratamiento - El tratamiento es necesario para la ofrecerte la información necesaria en atención a tu condición de asociado del MCRC. - Para determinados tratamientos, nos has dado tu consentimiento expreso (ej participación en una acción; boletín…). - Contrato de compra entre las partes.
Cesión de datos a terceros - Cedemos tus datos a proveedores de servicios, incluidos aquellos relativos al envío de las compras realizadas en la Tienda. - En ningún caso se cederán tus datos a personas ajenas a la actividad del MCRC (ya sean asociados o ajenos a la asociación) y los servicios que nos has sido solicitado. - Cedemos tus datos a determinadas autoridades en cumplimiento de obligaciones legales (ej. Administraciones Públicas).
Plazos de conservación - Conservaremos tus datos durante el tiempo que siga vigente tu relación con el MCRC. - Si nos pides expresamente que los eliminemos, así lo haremos salvo que exista una obligación legal que nos lo impida o que, por ejemplo, necesitemos utilizarlos para la formulación, ejercicio y defensa de reclamaciones.
Derechos del interesado Podrás solicitarnos el ejercicio de tus derechos por correo electrónico: [email protected], o por escrito a nuestro domicilio social en Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid. Puedes pedirnos el derecho a acceder a tus datos, a solicitar su rectificación o supresión, a limitar el tratamiento de tus datos, o a oponerte a determinados tratamientos, a retirar el consentimiento que nos hubieras prestado, a la portabilidad de tus datos o a no ser objeto de una decisión basada únicamente en el tratamiento automatizado. Si no estás de acuerdo con el tratamiento que realizamos de tus datos, puedes presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos: www.aepd.es. Si tienes alguna duda sobre esta Política de Privacidad o el tratamiento de tus datos, escríbenos a nuestra dirección de correo electrónico [email protected], y estaremos encantados de atenderte.

¡Hola! ¿Quieres recibir todas nuestras novedades al instante?
Envíanos tu número de teléfono y te añadiremos a nuestra lista de
difusión de Whatsapp.

     

    Whatsapp