Referéndum o referéndum

Resulta que hace unos días, en toda España se ha celebrado un referéndum sobre la institución de la monarquía. Antes de que el lector se marche corriendo a tomarse la buscapina, que sepa que se trata de una consulta popular no vinculante, impulsada por la ciudadanía. La idea, dicen, es que sea el paso previo a un referendo vinculante y oficial, en algún momento del futuro. Es decir, que unas cuantas personas saldrán a la calle a fin de hacer ver que pintan algo, y luego todo seguirá igual. Como lo del 1 de octubre del 2017, pero sin los palos, vaya.

El problema con esta nueva consulta popular es que hay quien sí que se la toma en serio. Y no me refiero a que la apoye, sino que cree que es, o debería ser, un tema primordial para el ejercicio de la democracia en España. Un hito importante para empezar a cuestionar el Régimen del 78.

  • En qué consiste el «régimen del 78»

Estos días he descubierto la figura de don Antonio Garcia-Trevijano, que fue la «bestia negra» del cataluñismo —es decir de lo que entre 2011 y 2017 conocimos como «independentismo político en Cataluña»—, defensor de España y de su unidad y, por eso mismo, ignorado —y en el mejor de los casos desconocido— por casi todos los catalanes. Garcia-Trevijano fue la persona que articuló, casi él solito, la oposición política al franquismo, permitiendo las reuniones de los partidos y sindicatos, aún clandestinos, para encauzar el fin de la dictadura, al menos en su forma política.

Su idea de libertad constituyente que lleve a una república constitucional es algo interesantísimo de conocer e investigar. Se basa en un proceso constituyente real, en el que se separa la nación del Estado y sus poderes. La finalidad es que los ciudadanos puedan escoger entre diferentes formas de Estado y de gobierno, como pueden ser una monarquía parlamentaria, una república parlamentaria, una república federal, una oligarquía de partidos, o lo que sea. Al final del período, se celebra un referéndum para escoger las nuevas reglas de juego político, que deben prever sistemas de cambio de las mismas. Los que conocen y propugnan estas ideas no se llaman republicanos, una palabra que hoy en día ya sólo significa simpatía sin conocimiento ni compromiso, sino repúblicos.

En España, en lugar de una ruptura con el régimen dictatorial, todos los partidos, sin excepción, incluidos los vascos y los catalanes, decidieron pactar con las instituciones franquistas. Se redactó la llamada Constitución de 1978 a puerta cerrada, sin ningún tipo de participación de los ciudadanos. Esta constitución establece el régimen de partidos actuales en la monarquía borbónica, en el que los mismos partidos se arrogaron el poder de representación. Cuando una vez atado y bien atado, se presentó a la ciudadanía, después de cuarenta años de dictadura, se aprobó. ¡Faltaría más!

Y así, lo que pudo ser una ruptura, se convirtió en la famosa «transición democrática», que de democrática no tuvo nada. Los partidos decidieron por su cuenta pactar con el franquismo; organizar el régimen político, el Estado y la forma de gobierno; redactaron la norma primordial, y aquí paz y después gloria. Todos bien contentos, y medallas -y café- para todos.

  • El régimen de 2017

Y ahora, viajemos treinta y ocho años hacia el futuro, de 1978 a 2016. Los partidos políticos que en ese momento se definían como independentistas, encargaron la redacción de una nueva constitución para una Cataluña independiente. El líder del proceso fue Santiago Vidal, un juez catalán que saltó a la fama al sufrir un par de reprobaciones por parte del sistema judicial.

Vidal y su equipo, al que nadie aparte de los partidos había elegido, hizo un redactado inicial a puerta cerrada. Posteriormente, y tras toda una serie de críticas por la mala organización y pobre redactado —en el que su humilde servidor participó—, se abrió un sistema de enmiendas participativo abierto a todo el mundo. Bueno, se podía presentar una enmienda, pero que se aceptara, ya era harina de otro costal.

En el preámbulo original, se decía lo siguiente:

«El pueblo de Cataluña ha decidido promulgar esta constitución con el objetivo de garantizar la igualdad ante la ley, proteger la dignidad humana, asegurar la separación de poderes, fomentar la democracia participativa y respetar los valores fundamentales que recogen la Declaración Universal de Naciones Unidas de 1948, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966, el Pacto internacional de Derechos económicos y sociales de 1977, los Tratados de la Unión Europea, y la Carta de la Tierra aprobada en el Foro mundial de Río de Janeiro en 1997» .

Y a partir de ahí, basta con seguir con el artículo 2.1, que definía a la futura organización jurídica como una república parlamentaria, con una única cámara y no presidencialista. Es decir, café para todos y a callar. El resto del artículo 2.1 era, y es, una sola frase totalmente vacía y sin sentido.

El problema principal aquí es que se hizo exactamente lo mismo que en la Transición española, de la que tanto se quejaban: los políticos secuestraron los derechos políticos de los ciudadanos de Cataluña, y pidieron a un ciudadano privado, elegido bajo criterios populistas y de su fama temporal, para redactar el texto que debería articular el futuro del nuevo país.

El punto añadido, que no secundario, es que muy pocos ciudadanos levantaron la voz, preguntando por qué no había prevista ningún tipo de consulta ni de proceso constituyente que incluyera a los ciudadanos. La verdad es que nunca hubo intención alguna de preguntar a los catalanes si querían una república o una monarquía. Ni hubo intención de reformar el régimen político catalán de partidos, un régimen podrido y heredero directo de la transición franquista. Ni hubo intención de preguntar a los ciudadanos si queríamos una constitución.

Los catalanes no tuvimos ningún tipo de poder de decisión real. Se nos utilizó de escaparate en las consultas populares. Para hacer bonito en la consulta del 9 de noviembre de 2014, y de carne de cañón el día 1 de octubre de 2017. En ambos casos, para justificar las demandas de la clase política, poniendo la cara para que nos la partieran.

Pero es que los catalanes —y el resto de los españoles tampoco— nunca hemos tenido ningún otro poder político a parte de participar en las votaciones. Y que nos dejen poner un papelito en una caja cada pocos años no es ningún poder. «Votar es democracia» es el lema que utilizaban los independentistas. Es un lema infantilizador, destinado a hacer creer a la ciudadanía que su única participación es votar cada vez que diga el político de turno. Y no.

El ejercicio de la democracia, así como la democracia misma, es mucho más que votar. Es participación activa. Es tomar partido y hacer valer los derechos y deberes de participar en las decisiones de cómo se quiere estructurar la sociedad. Este ejercicio contempla el derecho a participar en la decisión de si se quiere, o no, una república. Y si al final resulta que la queremos, ¿cómo debe ser esta república, federal o unitaria?, y en si hay que separar la elección del poder ejecutivo —el presidente— del legislativo —los diputados—, de forma se evite que sea el propio gobierno quien elabore las leyes, como ocurre hoy en todos los parlamentos autonómicos y en el Congreso de los Diputados.

Y de este desconocimiento y falta de ejercicio de la democracia surgen también, y de forma especial, las insidias de los «procesos de democracia participativa». Locales, de la Diputación o de donde sea.

Porque una república no es sólo la ausencia de un rey. Es mucho, muchísimo más. Pero en una sociedad dormida como la española, y por tanto la catalana —y ésta última mucho más susceptible a la forma que a cualquier fondo—, en ese adormecimiento, cualquier cosa que brille distrae la atención y hace que cambiemos de tema rápidamente. A un catalán le señalas la olla llena de monedas de oro al pie de un arco iris, y se pasará una semana adjetivando, como hacía Josep Pla, los colores del efecto óptico del agua sobre un rayo de luz solitario, que atraviesa, fugaz , el éter del país.

Por eso, esta futura consulta popular totalmente intrascendente, es una de las absurdeces más grandes e inútiles que sucederán durante estos primeros veintitantos años del siglo XXI. En primer lugar, porque no tendrá ningún tipo de consecuencia real. Y, en segundo lugar, porque es un nuevo engaño a los ciudadanos. Un nuevo robo de sus derechos y libertades políticas. Uno más de todos los que llevamos encima, desde 1939 hasta la fecha, de forma ininterrumpida.

  • Referéndum o referéndum

Éste es el (ya no tan) nuevo lema del cataluñismo. Pero antes de volver a montar costellades —no las de comer cordero, sino de las que les rompen las costillas los ciudadanos, mientras los responsables políticos se autoeximen de cualquier culpa—, necesitamos hacer muchas cosas, empezando por enviar a toda la chiquillada del Govern al paro. Después habrá que rendir cuentas con quienes han causado esta situación. Y si es necesario, hacerlo en los juzgados —de nuevo si hace falta—, y lo digo muy en serio.

También tendremos que reconocer nuestros errores y pedir perdón. Y así poder realizar una ruptura total, no sólo con el régimen podrido heredero del franquismo, sino con este cataluñismo de feria y cartón piedra. Hay que romper con la huida hacia adelante y sin rumbo, y empezar a trabajar de verdad. Ser conscientes de que es necesario empezar a dejar atrás el independentismo y empezar a madurar.

El renacimiento noucentista nos llevó a la adolescencia. Está muy bien, pero necesitamos llegar a la adultez. Sólo siendo adultos, y sobre todo comportándonos como tales, se podrá rehacer Cataluña, primero, y después hacer que Cataluña vuelva a pintar algo. Y no sólo en la práctica –tejido económico, industrial, el país de brick and mortar, que dicen–, sino como sociedad. Es necesario dejar los mitos románticos vacíos atrás. Hay que bajar de la montaña y descubrir que, por mucho que estuviéramos en la cima, nuestra altura seguía siendo la misma. Diferenciar el árbol del bosque -que al revés ya se ha dicho demasiado.

Debemos madurar como sociedad para poder salir adelante. Y por eso tendremos que leer y estudiar mucho. Entre otras cosas, a Antonio García-Trevijano.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra
Traducir
Scroll al inicio

Política de privacidad

Queremos que leas y comprendas esta Política de Privacidad. Por eso, la hemos redactado en un lenguaje fácil y sencillo. No obstante, si quieres consultar las cuestiones más importantes, puedes dirigirte directamente al final y las verás especificadas de forma concisa en una tabla.

¿Quiénes somos y qué hacemos con tus datos?

En la asociación Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional (MCRC) (en adelante, “MCRC"), somos responsables del tratamiento de tus datos de carácter personal que llevaremos a cabo desde la página web del Diario Español de la República Constitucional (en adelante, el “Diario”): www.diariorc.com, la cual incluye la tienda de la editorial del MCRC (en adelante, la “Tienda”), cuyo dominio es de nuestra titularidad, según la información recogida en esta política de privacidad. Debes saber que somos una asociación cultural con domicilio social en Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, 28223, Madrid, y nuestro NIF es G-86279259. Si tienes cualquier duda o consulta acerca de cómo tratamos tus datos, puedes escribirnos a [email protected] y estaremos encantados de atenderte. El acceso y/o uso al Diario te atribuye la condición de usuario (en adelante, “Usuario”), e implica la aceptación, desde dicho acceso y/o uso, de la presente Política de Privacidad para las finalidades indicadas en la misma así como el Aviso Legal, que también puedes consultar en el Diario.

¿Qué información recabamos sobre ti?

Recogemos los datos estrictamente necesarios para garantizar el correcto funcionamiento del boletín, la provisión de los servicios de venta ofrecidos en la Tienda, así como para asegurar que cumplimos con lo que nos piden los Usuarios, ya sea mediante la solicitud de información como el envío de compras realizadas a través del Diario. Recabamos información sobre ti cuando:
  • Nos solicitas información, ya sea vía email o a través de nuestro formulario web.
  • Te suscribes a nuestro boletín informativo, y/o solicites el envío las publicaciones por Whatsapp.
  • Nos remites obras para su publicación en el Diario.
  • Realizas una compra en la Tienda.
  • Dejas un comentario en la sección de comentarios de los contenidos del Diario.
Para que la información facilitada esté siempre actualizada y no contenga errores, recuerda comunicarnos las modificaciones que se vayan produciendo de tus datos de carácter personal a través de un correo electrónico a nuestra dirección. Además, cuando navegues por el Diario, podrán instalarse en tu dispositivo distintas cookies y otros dispositivos de seguimiento con el fin de asegurar un correcto funcionamiento de la página web, tal y como te explicamos en la Política de Cookies que puedes consultar en el Diario.

¿De dónde hemos obtenido tus datos?

Como puedes ver en el apartado anterior, los datos personales que necesitamos tratar en relación con el Diario, nos los aportas libremente a través de distintos canales. No obstante, en caso de que aportes datos personales de un tercero, garantizas que le has informado de esta Política de Privacidad y has obtenido su autorización para facilitarnos sus datos con las finalidades indicadas. Igualmente, te haces responsable de cualquier daño o perjuicio, directo o indirecto, que pudiera ocasionarse como consecuencia del incumplimiento de tal obligación. Como Usuario, garantizas que los datos que nos facilites -ya sean tuyos o de un tercero- serán veraces y exactos, debiéndonos comunicar cualquier modificación de los mismos. Nos reservamos el derecho a excluir del Diario a aquellos usuarios que hayan facilitado datos falsos, sin perjuicio de las demás acciones que procedan en Derecho.

¿Cómo funciona el boletín y la lista de difusión de Whatsapp?

El MCRC cuenta con un boletín informativo digital mediante el cual se comunica con sus asociados y suscriptores para mantenerles informados de las últimas publicaciones, novedades, acciones y participaciones. Suscribirte al boletín es muy sencillo, simplemente tienes que indicar tu correo electrónico en el apartado al efecto del Diario. Así mismo, el MCRC dispone de una lista de difusión de Whatsapp mediante la cual realiza avisos informativos con las publicaciones del boletín. Si quisieras recibir los avisos mediante la lista de difusión simplemente tendrás que aportar tu número de teléfono. Todos los datos que nos proporciones serán tratados de conformidad con esta Política de Privacidad.

¿Cómo usaremos tus datos y en base a qué?

Los datos de carácter personal recabados por el MCRC podrán ser utilizados para las siguientes finalidades: (i) Información. (ii) El envío del boletín informativo del MCRC mediante correo electrónico, y para enviarte mensajes informativos por Whatsapp en el caso de haberte suscrito. (iii) El envío de compras realizadas en la Tienda. (iv) La publicación de comentarios en el Diario. Desde el MCRC utilizaremos tus datos con las siguientes finalidades:
  1. Atender tus peticiones de información.
  2. Enviarte el boletín informativo en el case de haberte suscrito.
  3. Enviarte cualquier compra realizada en la Tienda a la dirección que nos proporciones.
  4. Generar facturas relacionadas con las compras realizadas en la Tienda.
  5. Atender cualquier solicitud de ejercicio de tus derechos que nos puedas hacer llegar, en cumplimiento de nuestras obligaciones legales.

¿Durante cuánto tiempo guardamos tus datos?

Sólo mantendremos tus datos durante el tiempo que sea estrictamente necesario para ofrecerte la información que requieras y poder realizar los envíos y realizar un seguimiento de los mismos, y posteriormente durante el periodo que resulte indispensable para poder cubrir eventuales responsabilidades o para la formulación, ejercicio o defensa de reclamaciones. No obstante lo anterior, podrás solicitar la eliminación de tus datos, y en caso de resultar aplicables dichos plazos legales de conservación, se mantendrán bloqueados durante el tiempo que la normativa establezca. En cuanto a nuestro boletín, conservaremos los datos proporcionados en tanto no manifiestes tu voluntad de darte de baja de los servicios.

¿Vamos a comunicar tus datos a terceros?

No cederemos tus datos a terceros excepto cuando se nos requiera por Ley, y en particular, podremos comunicar tus datos a las siguientes entidades, siempre en relación con las finalidades descritas:
  • A los órganos competentes de las Administraciones Públicas en cumplimiento de las obligaciones legales que nos sean de aplicación.
  • A nuestros proveedores de servicios auxiliares, necesarios para el normal funcionamiento de los servicios contratados, incluido el envío de las compras realizadas en el portal. En el caso de que algún proveedor se encuentre en una jurisdicción ajena al ámbito de aplicación del RGPD, te garantizamos que se encontrarán adheridos al Escudo de Privacidad (Privacy Shield) UE - EE. UU. Puedes aprender más haciendo click en este hipervínculo: https://www.aepd.es/sites/default/files/2019-09/guia-acerca-del-escudo-de-privacidad.pdf
    • A nuestros colaboradores, en el seno de prestaciones de servicios, los cuales estarán obligados a su vez a guardar la más estricta confidencialidad.

¿Cuáles son tus derechos y cómo puedes ejercitarlos?

  1. Derecho a acceder a tus datos personales para saber cuáles están siendo objeto de tratamiento y con qué
  2. Derecho a rectificar cualquier dato personal inexacto -por ejemplo, si necesitas actualizar la información o corregirla en caso de que fuera incorrecta-.
  3. Suprimir tus datos personales, cuando esto sea posible. Si la normativa vigente no nos permite eliminar tus datos, los bloquearemos durante el tiempo restante.
  4. Solicitar la limitación del tratamiento de tus datos personales cuando la exactitud, la legalidad o la necesidad del tratamiento de los datos resulte dudosa, en cuyo caso, podremos conservar los datos para el ejercicio o la defensa de reclamaciones.
  5. Oponerte al tratamiento de tus datos personales.
  6. Llevar a cabo la portabilidad de tus datos.
  7. Revocar el consentimiento otorgado -por ejemplo, si te suscribiste al boletín y ya no deseas recibir más información-.
  8. Ejercer tu derecho al olvido.
Podrás ejercitar tus derechos en cualquier momento y sin coste alguno, indicando qué derecho quieres ejercitar, tus datos y aportando copia de tu Documento de Identidad para que podamos identificarte, a través de las siguientes vías:
  1. Dirigiendo un correo electrónico a nuestra dirección: [email protected]
  2. Dirigiendo una solicitud escrita por correo ordinario a la dirección Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, 28223, Madrid.
  3. Además, cuando recibas cualquier comunicación nuestra, clicando en la sección de baja que contendrá esa comunicación, podrás darte de baja de todos envíos de comunicaciones del MCRC previamente aceptados.
  4. Cuando te hayas suscrito a la recepción de mensajes informativos a través de Whatsapp podrás cancelar la suscripción desde el formulario del Diario donde te diste de alta, indicando que deseas darte de baja.
Si consideras que hemos cometido una infracción de la legislación en materia de protección de datos respecto al tratamiento de tus datos personales, consideras que el tratamiento no ha sido adecuado a la normativa o no has visto satisfecho el ejercicio de tus derechos, podrás presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, sin perjuicio de cualquier otro recurso administrativo o acción judicial que proceda en su caso.

¿Están seguros tus datos?

La protección de tu privacidad es muy importante para nosotros. Por ello, para garantizarte la seguridad de tu información, hacemos nuestros mejores esfuerzos para impedir que se utilice de forma inadecuada, prevenir accesos no autorizados y/o la revelación no autorizada de datos personales. Asimismo, nos comprometemos a cumplir con el deber de secreto y confidencialidad respecto de los datos personales de acuerdo con la legislación aplicable, así como a conferirles un tratamiento seguro en las cesiones y transferencias internacionales de datos que, en su caso, puedan producirse.

¿Cómo actualizamos nuestra Política de Privacidad?

La Política de Privacidad vigente es la que aparece en el Diario en el momento en que accedas al mismo. Nos reservamos el derecho a revisarla en el momento que consideremos oportuno. No obstante, si hacemos cambios, estos serán identificables de forma clara y específica, conforme se permite en la relación que hemos establecido contigo (por ejemplo: te podemos comunicar los cambios por email).

Resumen de Información de nuestra Política de Privacidad.

Responsable del tratamiento MOVIMIENTO DE CIUDADANOS HACIA LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL (MCRC) Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid. NIF: G-86279259
Finalidades de tratamiento de tus datos personales - Atender tus solicitudes de información, comentarios, peticiones y/o consultas en el marco de tu relación con el MCRC. - Atender las solicitudes para el ejercicio de tus derechos. - Enviarte todas las comunicaciones a las que te hubieras suscrito, incluido el boletín (si te hubieras suscrito) y comunicaciones por Whatsapp. - Enviar cualquier compra realizada en la Tienda del MCRC.
Origen de los datos tratados - Nos los has facilitado libremente tú mismo o un tercero en tu nombre. - Los hemos recabado a través de nuestro Sitio Web mediante cookies. Puedes obtener más información sobre este tratamiento en nuestra Política de Cookies.
Base de Legitimación para el tratamiento - El tratamiento es necesario para la ofrecerte la información necesaria en atención a tu condición de asociado del MCRC. - Para determinados tratamientos, nos has dado tu consentimiento expreso (ej participación en una acción; boletín…). - Contrato de compra entre las partes.
Cesión de datos a terceros - Cedemos tus datos a proveedores de servicios, incluidos aquellos relativos al envío de las compras realizadas en la Tienda. - En ningún caso se cederán tus datos a personas ajenas a la actividad del MCRC (ya sean asociados o ajenos a la asociación) y los servicios que nos has sido solicitado. - Cedemos tus datos a determinadas autoridades en cumplimiento de obligaciones legales (ej. Administraciones Públicas).
Plazos de conservación - Conservaremos tus datos durante el tiempo que siga vigente tu relación con el MCRC. - Si nos pides expresamente que los eliminemos, así lo haremos salvo que exista una obligación legal que nos lo impida o que, por ejemplo, necesitemos utilizarlos para la formulación, ejercicio y defensa de reclamaciones.
Derechos del interesado Podrás solicitarnos el ejercicio de tus derechos por correo electrónico: [email protected], o por escrito a nuestro domicilio social en Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid. Puedes pedirnos el derecho a acceder a tus datos, a solicitar su rectificación o supresión, a limitar el tratamiento de tus datos, o a oponerte a determinados tratamientos, a retirar el consentimiento que nos hubieras prestado, a la portabilidad de tus datos o a no ser objeto de una decisión basada únicamente en el tratamiento automatizado. Si no estás de acuerdo con el tratamiento que realizamos de tus datos, puedes presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos: www.aepd.es. Si tienes alguna duda sobre esta Política de Privacidad o el tratamiento de tus datos, escríbenos a nuestra dirección de correo electrónico [email protected], y estaremos encantados de atenderte.

¡Hola! ¿Quieres recibir todas nuestras novedades al instante?
Envíanos tu número de teléfono y te añadiremos a nuestra lista de
difusión de Whatsapp.

     

    Whatsapp