Cartas XIV y XV: El saqueo: único sacramento del capitalismo moribundo y El dragón que guarda el estrecho (y Washington le suplica)

Estimado lector:
‘Cartas persas’ se publica en la revista del MCRC Diario de la República Constitucional, fundada por Antonio García-Trevijano, arquitecto de la teoría pura de la democracia. Inspirada en Montesquieu ―cuya separación de poderes Trevijano llamó «alma de la libertad»―, esta columna presenta a un sheij iraní que observa Occidente con ironía coránica y rigor constitucional. Sus cartas, herederas del espíritu crítico de ambos pensadores, desvelan las falsas democracias donde el poder se disfraza de ley.

Cuando las bombas escoltan a los barriles, y el dólar baila al ritmo de la pólvora

Querido Hassan:

Mientras camino por las callejuelas de Estambul, donde vendedores de pistachos discuten índices bursátiles y bombardeos con idéntica fiebre, me asalta una verdad sombría: el capitalismo ha dejado de producir. Solo saquea. Como un vampiro senil que chupa sangre fresca para olvidar su propia putrefacción.

¿Recuerdas, hermano, cuando los sumos sacerdotes del «libre mercado» prometían paz? Afganistán sería la nueva Dubái; Irak, un oasis de gasolineras y votos; Libia, el puerto dorado del FMI. Hoy solo quedan escombros que mendigan limosnas ante embajadas cerradas. Occidente ya no conquista por civilización o petróleo: conquista por necesidad. Sus arcas —como odres rajados— solo retienen deudas. Su industria fantasma habita en sweatshops de Bangladesh. Su hegemonía flota sobre portaviones herrumbrosos. Como diría Marx con un narguile en la mano: «Cuando el capital deja de parir hijos legítimos, viola al mundo».

Y entonces, Hassan, aparece la ONU: no como árbitro, sino como notario de los ladrones. ¿Recuerdas aquel debate sobre sanciones a Irán mientras drones estadounidenses destripaban bodas en Yemen? ¿O la condena a Rusia por Ucrania, mientras Areva —esa hidra francesa— robaba uranio en Níger con contratos firmados con sangre? El doble rasero no es hipocresía: es liturgia. Las «intervenciones humanitarias» son contratos de rapiña: Francia vende misiles a Arabia Saudita y llora por niños yemeníes; EE.UU. presta millones para reconstruir Gaza tras financiar su destrucción; Alemania envía tanques a Kiev mientras firma acuerdos gasísticos con Qatar. ¡Una orgía bendecida con incienso de Ginebra!

Pero el arma más letal, Hassan, no es el drone. Es el dólar: ese papel verde bendecido por la Reserva Federal que mata economías con un clic. Imponen sanciones, congelan reservas, estrangulan el SWIFT… y si la víctima respira aún, envían misiles. Venezuela, Irán, Rusia —todos aprendieron la lección: independencia monetaria es herejía castigada con fuego. Observa el ritual: primero, el Washington Post acusa a un país de «dictadura»; luego, el Tesoro congela sus activos; finalmente, Raytheon prueba bombas «quirúrgicas». El dólar vuela escoltado por misiles Tomahawk, como un ángel exterminador con corbata de Brooks Brothers.

Mientras doblaba esta carta cerca del Cuerno de Oro, Hassan, un vendedor kurdo —sus manos agrietadas como mapas del Éufrates— me susurró: «Quien roba pan va a la cárcel; quien roba países recibe el Nobel de la Paz». Occidente ya no tiene economía: tiene botín. Su PIB es humo de derivados financieros; su deuda, un agujero negro; su moral, mercancía de outlets.
Por eso invaden. Por eso saquean. Por eso llaman «reconstrucción» al expolio. Como escribió Al-Ghazali en La incoherencia de los déspotas: «El tirano que no siembra, arrasa. Y quien arrasa, será devorado por su hambre infinita».
Esta bestia moribunda se alimenta de sangre porque olvidó el sabor del trigo.

Sheij Naser al-Khorasani.

Carta XV: El dragón que guarda el Estrecho (y Washington le suplica): Cuando el Imperio de las Sanciones descubre que su víctima controla la sed del mundo

Querido Hassan:

Desde este café de Estambul, donde mercaderes sirios trazan rutas petroleras sobre manteles manchados de kaymak y té amargo, retornan a mí las palabras de Hafez: «El tigre que gruñe a la luna no entiende que la noche tiene otros guardianes». Jamás esta verdad retumbó —como bien apuntas— con tanta claridad mientras observaba al senador Marco Rubio, ese firangi floridano cuyo conocimiento de Asia cabe en la etiqueta de una botella de ron barato, suplicar a China que calmase a Irán. ¡Occidente ha reducido la geopolítica a un zoco donde hasta los enemigos venden misericordia a crédito!

Déjame pintarte la escena, hermano de mi alma: Washington tiembla ante el puro espectro de que el Estrecho de Ormuz —esa garganta por donde bebe la economía global— se cierre como un puño sobre su cuello. Entonces Trump, ese sheij del petróleo que confunde tanques con tuits, ordena a su bufón Rubio llamar a Pekín. ¿A quién? Un funcionario de tercer nivel, un mero kâtip entre miles. ¿El mensaje? «Por favor, Gran Dragón, convenzan a los persas de no estrangular el petróleo… y nosotros fingiremos no ver sus barcos cargados de crudo iraní».

La hipocresía desprende un hedor más acre que el azufre de Mosul. Durante años, Estados Unidos amenazó con «sanciones infernales» a quien osara comprar un solo barril persa. Ahora, cuando su economía se agita como un borracho en una hamaca tropical, ofrecen «permisos especiales» cual cambista que vende aire del desierto. ¡Hasta desempolvaron el cuento de ‘aliviar sanciones’… sobre un comercio que fluyó como el Éufrates bajo la luna! Bien dice el refrán beduino: «El mismo camello que escupes hoy será el que te lleve al oasis mañana».

Observa el teatro de las sanciones, Hassan: un nazr —promesa ritual— tan hueca como las tumbas de los Safávidas. China compró silenciosamente 1.5 millones de barriles diarios en 2023; Rusia e India pagaron en yuanes como quien arroja migajas a un estanque de lotos. ¿Castigos? Palabras para entretener audiencias domésticas, como esos magos de Isfahán que fingen tragar sables ante incautos.

Al ofrecer «no obstaculizar importaciones chinas», Washington no concedía un privilegio: tallaba en mármol su derrota. Hasta el sheij Trump admitió en su palacio digital: «El petróleo debe fluir… aunque sea iraní». Hipocresía de altos hornos, hermano. Como si un mullah prohibiese el vino pero ordenase a sus vecinos que le llenaran la copa en la sombra.

Y aquí reside la belleza del ajedrez celestial: Wang Yi ni siquiera atendió la llamada. Pekín se mantuvo impasible como esos minaretes de Herat que observan tormentas de arena sin inclinarse. ¿Por qué? Porque el Dragón ya tiene lo esencial: contratos petroleros de veinticinco años con Irán, puertos clavados como jambiyas en el Índico, y la Nueva Ruta de la Seda bebiendo del Golfo Pérsico. Porque comprenden que Occidente, cuando tiembla, cambia principios por barriles con la urgencia de un náufrago intercambiando oro por agua salada. Como escribió Sun Tzu: «La mejor victoria es la que se logra sin desenvainar la espada».

Mientras anudaba estas reflexiones, Hassan, un anciano turco de ojos agrietados como cerámica selyúcida me susurró: «Cuando el chacal pide ayuda al león, no es alianza: es la hora de cambiar de zoológico». Este episodio revela la verdad que Bagdad conoció en el siglo IX: Occidente impone reglas que solo obedecen los débiles.

China no «guardó» el Estrecho: dejó que Estados Unidos descubriera su propia irrelevancia. Y mientras Rubio buscaba un número de teléfono entre sus papeles, el Dragón recordó otro verso de Hafez: «Quien controla el agua no grita. Silba, y los sedientos vienen a él».
Hoy, el silbido resonó desde el Mar de la China hasta el Golfo. Y Washington corrió con la lengua seca.

— Sheij Naser al-Khorasani.


Las opiniones aquí expresadas pertenecen al personaje ficticio, no a sus autores reales ni al equipo editorial. La ironía es un puente, no un muro.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra
Traducir
Scroll al inicio

Política de privacidad

Queremos que leas y comprendas esta Política de Privacidad. Por eso, la hemos redactado en un lenguaje fácil y sencillo. No obstante, si quieres consultar las cuestiones más importantes, puedes dirigirte directamente al final y las verás especificadas de forma concisa en una tabla.

¿Quiénes somos y qué hacemos con tus datos?

En la asociación Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional (MCRC) (en adelante, “MCRC"), somos responsables del tratamiento de tus datos de carácter personal que llevaremos a cabo desde la página web del Diario Español de la República Constitucional (en adelante, el “Diario”): www.diariorc.com, la cual incluye la tienda de la editorial del MCRC (en adelante, la “Tienda”), cuyo dominio es de nuestra titularidad, según la información recogida en esta política de privacidad. Debes saber que somos una asociación cultural con domicilio social en Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, 28223, Madrid, y nuestro NIF es G-86279259. Si tienes cualquier duda o consulta acerca de cómo tratamos tus datos, puedes escribirnos a [email protected] y estaremos encantados de atenderte. El acceso y/o uso al Diario te atribuye la condición de usuario (en adelante, “Usuario”), e implica la aceptación, desde dicho acceso y/o uso, de la presente Política de Privacidad para las finalidades indicadas en la misma así como el Aviso Legal, que también puedes consultar en el Diario.

¿Qué información recabamos sobre ti?

Recogemos los datos estrictamente necesarios para garantizar el correcto funcionamiento del boletín, la provisión de los servicios de venta ofrecidos en la Tienda, así como para asegurar que cumplimos con lo que nos piden los Usuarios, ya sea mediante la solicitud de información como el envío de compras realizadas a través del Diario. Recabamos información sobre ti cuando:
  • Nos solicitas información, ya sea vía email o a través de nuestro formulario web.
  • Te suscribes a nuestro boletín informativo, y/o solicites el envío las publicaciones por Whatsapp.
  • Nos remites obras para su publicación en el Diario.
  • Realizas una compra en la Tienda.
  • Dejas un comentario en la sección de comentarios de los contenidos del Diario.
Para que la información facilitada esté siempre actualizada y no contenga errores, recuerda comunicarnos las modificaciones que se vayan produciendo de tus datos de carácter personal a través de un correo electrónico a nuestra dirección. Además, cuando navegues por el Diario, podrán instalarse en tu dispositivo distintas cookies y otros dispositivos de seguimiento con el fin de asegurar un correcto funcionamiento de la página web, tal y como te explicamos en la Política de Cookies que puedes consultar en el Diario.

¿De dónde hemos obtenido tus datos?

Como puedes ver en el apartado anterior, los datos personales que necesitamos tratar en relación con el Diario, nos los aportas libremente a través de distintos canales. No obstante, en caso de que aportes datos personales de un tercero, garantizas que le has informado de esta Política de Privacidad y has obtenido su autorización para facilitarnos sus datos con las finalidades indicadas. Igualmente, te haces responsable de cualquier daño o perjuicio, directo o indirecto, que pudiera ocasionarse como consecuencia del incumplimiento de tal obligación. Como Usuario, garantizas que los datos que nos facilites -ya sean tuyos o de un tercero- serán veraces y exactos, debiéndonos comunicar cualquier modificación de los mismos. Nos reservamos el derecho a excluir del Diario a aquellos usuarios que hayan facilitado datos falsos, sin perjuicio de las demás acciones que procedan en Derecho.

¿Cómo funciona el boletín y la lista de difusión de Whatsapp?

El MCRC cuenta con un boletín informativo digital mediante el cual se comunica con sus asociados y suscriptores para mantenerles informados de las últimas publicaciones, novedades, acciones y participaciones. Suscribirte al boletín es muy sencillo, simplemente tienes que indicar tu correo electrónico en el apartado al efecto del Diario. Así mismo, el MCRC dispone de una lista de difusión de Whatsapp mediante la cual realiza avisos informativos con las publicaciones del boletín. Si quisieras recibir los avisos mediante la lista de difusión simplemente tendrás que aportar tu número de teléfono. Todos los datos que nos proporciones serán tratados de conformidad con esta Política de Privacidad.

¿Cómo usaremos tus datos y en base a qué?

Los datos de carácter personal recabados por el MCRC podrán ser utilizados para las siguientes finalidades: (i) Información. (ii) El envío del boletín informativo del MCRC mediante correo electrónico, y para enviarte mensajes informativos por Whatsapp en el caso de haberte suscrito. (iii) El envío de compras realizadas en la Tienda. (iv) La publicación de comentarios en el Diario. Desde el MCRC utilizaremos tus datos con las siguientes finalidades:
  1. Atender tus peticiones de información.
  2. Enviarte el boletín informativo en el case de haberte suscrito.
  3. Enviarte cualquier compra realizada en la Tienda a la dirección que nos proporciones.
  4. Generar facturas relacionadas con las compras realizadas en la Tienda.
  5. Atender cualquier solicitud de ejercicio de tus derechos que nos puedas hacer llegar, en cumplimiento de nuestras obligaciones legales.

¿Durante cuánto tiempo guardamos tus datos?

Sólo mantendremos tus datos durante el tiempo que sea estrictamente necesario para ofrecerte la información que requieras y poder realizar los envíos y realizar un seguimiento de los mismos, y posteriormente durante el periodo que resulte indispensable para poder cubrir eventuales responsabilidades o para la formulación, ejercicio o defensa de reclamaciones. No obstante lo anterior, podrás solicitar la eliminación de tus datos, y en caso de resultar aplicables dichos plazos legales de conservación, se mantendrán bloqueados durante el tiempo que la normativa establezca. En cuanto a nuestro boletín, conservaremos los datos proporcionados en tanto no manifiestes tu voluntad de darte de baja de los servicios.

¿Vamos a comunicar tus datos a terceros?

No cederemos tus datos a terceros excepto cuando se nos requiera por Ley, y en particular, podremos comunicar tus datos a las siguientes entidades, siempre en relación con las finalidades descritas:
  • A los órganos competentes de las Administraciones Públicas en cumplimiento de las obligaciones legales que nos sean de aplicación.
  • A nuestros proveedores de servicios auxiliares, necesarios para el normal funcionamiento de los servicios contratados, incluido el envío de las compras realizadas en el portal. En el caso de que algún proveedor se encuentre en una jurisdicción ajena al ámbito de aplicación del RGPD, te garantizamos que se encontrarán adheridos al Escudo de Privacidad (Privacy Shield) UE - EE. UU. Puedes aprender más haciendo click en este hipervínculo: https://www.aepd.es/sites/default/files/2019-09/guia-acerca-del-escudo-de-privacidad.pdf
    • A nuestros colaboradores, en el seno de prestaciones de servicios, los cuales estarán obligados a su vez a guardar la más estricta confidencialidad.

¿Cuáles son tus derechos y cómo puedes ejercitarlos?

  1. Derecho a acceder a tus datos personales para saber cuáles están siendo objeto de tratamiento y con qué
  2. Derecho a rectificar cualquier dato personal inexacto -por ejemplo, si necesitas actualizar la información o corregirla en caso de que fuera incorrecta-.
  3. Suprimir tus datos personales, cuando esto sea posible. Si la normativa vigente no nos permite eliminar tus datos, los bloquearemos durante el tiempo restante.
  4. Solicitar la limitación del tratamiento de tus datos personales cuando la exactitud, la legalidad o la necesidad del tratamiento de los datos resulte dudosa, en cuyo caso, podremos conservar los datos para el ejercicio o la defensa de reclamaciones.
  5. Oponerte al tratamiento de tus datos personales.
  6. Llevar a cabo la portabilidad de tus datos.
  7. Revocar el consentimiento otorgado -por ejemplo, si te suscribiste al boletín y ya no deseas recibir más información-.
  8. Ejercer tu derecho al olvido.
Podrás ejercitar tus derechos en cualquier momento y sin coste alguno, indicando qué derecho quieres ejercitar, tus datos y aportando copia de tu Documento de Identidad para que podamos identificarte, a través de las siguientes vías:
  1. Dirigiendo un correo electrónico a nuestra dirección: [email protected]
  2. Dirigiendo una solicitud escrita por correo ordinario a la dirección Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, 28223, Madrid.
  3. Además, cuando recibas cualquier comunicación nuestra, clicando en la sección de baja que contendrá esa comunicación, podrás darte de baja de todos envíos de comunicaciones del MCRC previamente aceptados.
  4. Cuando te hayas suscrito a la recepción de mensajes informativos a través de Whatsapp podrás cancelar la suscripción desde el formulario del Diario donde te diste de alta, indicando que deseas darte de baja.
Si consideras que hemos cometido una infracción de la legislación en materia de protección de datos respecto al tratamiento de tus datos personales, consideras que el tratamiento no ha sido adecuado a la normativa o no has visto satisfecho el ejercicio de tus derechos, podrás presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, sin perjuicio de cualquier otro recurso administrativo o acción judicial que proceda en su caso.

¿Están seguros tus datos?

La protección de tu privacidad es muy importante para nosotros. Por ello, para garantizarte la seguridad de tu información, hacemos nuestros mejores esfuerzos para impedir que se utilice de forma inadecuada, prevenir accesos no autorizados y/o la revelación no autorizada de datos personales. Asimismo, nos comprometemos a cumplir con el deber de secreto y confidencialidad respecto de los datos personales de acuerdo con la legislación aplicable, así como a conferirles un tratamiento seguro en las cesiones y transferencias internacionales de datos que, en su caso, puedan producirse.

¿Cómo actualizamos nuestra Política de Privacidad?

La Política de Privacidad vigente es la que aparece en el Diario en el momento en que accedas al mismo. Nos reservamos el derecho a revisarla en el momento que consideremos oportuno. No obstante, si hacemos cambios, estos serán identificables de forma clara y específica, conforme se permite en la relación que hemos establecido contigo (por ejemplo: te podemos comunicar los cambios por email).

Resumen de Información de nuestra Política de Privacidad.

Responsable del tratamiento MOVIMIENTO DE CIUDADANOS HACIA LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL (MCRC) Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid. NIF: G-86279259
Finalidades de tratamiento de tus datos personales - Atender tus solicitudes de información, comentarios, peticiones y/o consultas en el marco de tu relación con el MCRC. - Atender las solicitudes para el ejercicio de tus derechos. - Enviarte todas las comunicaciones a las que te hubieras suscrito, incluido el boletín (si te hubieras suscrito) y comunicaciones por Whatsapp. - Enviar cualquier compra realizada en la Tienda del MCRC.
Origen de los datos tratados - Nos los has facilitado libremente tú mismo o un tercero en tu nombre. - Los hemos recabado a través de nuestro Sitio Web mediante cookies. Puedes obtener más información sobre este tratamiento en nuestra Política de Cookies.
Base de Legitimación para el tratamiento - El tratamiento es necesario para la ofrecerte la información necesaria en atención a tu condición de asociado del MCRC. - Para determinados tratamientos, nos has dado tu consentimiento expreso (ej participación en una acción; boletín…). - Contrato de compra entre las partes.
Cesión de datos a terceros - Cedemos tus datos a proveedores de servicios, incluidos aquellos relativos al envío de las compras realizadas en la Tienda. - En ningún caso se cederán tus datos a personas ajenas a la actividad del MCRC (ya sean asociados o ajenos a la asociación) y los servicios que nos has sido solicitado. - Cedemos tus datos a determinadas autoridades en cumplimiento de obligaciones legales (ej. Administraciones Públicas).
Plazos de conservación - Conservaremos tus datos durante el tiempo que siga vigente tu relación con el MCRC. - Si nos pides expresamente que los eliminemos, así lo haremos salvo que exista una obligación legal que nos lo impida o que, por ejemplo, necesitemos utilizarlos para la formulación, ejercicio y defensa de reclamaciones.
Derechos del interesado Podrás solicitarnos el ejercicio de tus derechos por correo electrónico: [email protected], o por escrito a nuestro domicilio social en Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid. Puedes pedirnos el derecho a acceder a tus datos, a solicitar su rectificación o supresión, a limitar el tratamiento de tus datos, o a oponerte a determinados tratamientos, a retirar el consentimiento que nos hubieras prestado, a la portabilidad de tus datos o a no ser objeto de una decisión basada únicamente en el tratamiento automatizado. Si no estás de acuerdo con el tratamiento que realizamos de tus datos, puedes presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos: www.aepd.es. Si tienes alguna duda sobre esta Política de Privacidad o el tratamiento de tus datos, escríbenos a nuestra dirección de correo electrónico [email protected], y estaremos encantados de atenderte.

¡Hola! ¿Quieres recibir todas nuestras novedades al instante?
Envíanos tu número de teléfono y te añadiremos a nuestra lista de
difusión de Whatsapp.

     

    Whatsapp