La tragedia del Madrid-Arena en la fiesta de Halloween, que se ha cobrado cuatro víctimas, ha destapado la red de complicidades existentes entre los empresarios de la noche madrileña, sus empresas de «seguridad» y el Ayuntamiento de Madrid. Dos son los más claros responsable políticos de la tragedia, y quien sabe si penales por dejación de funciones: la alcaldesa Ana Botella, elegida no por los ciudadanos sino ya empezada la legislatura gracias a un «pacto de silencio» entre Rajoy, Aznar y Gallardón, descansaba con su marido en un lujoso spa de Lisboa, aprovechando el «puente» que la mayoría de los ciudadaos y empresas no se pueden permitir, y el vicealcalde Miguel Angel Villanueva, que se iba de juerga con el principal implicado en las muertes, el propietario de la empresa Miguel Angel Flores. Este a su vez se ha defendido diciendo que «la seguridad integral» (exterior e interior) correspondía Seguriber, que tenía la competencia «exclusiva y excluyente» en materia de seguridad en el Madrid Arena, en virtud del contrato firmado con Madrid Espacios y Congresos. Su presidenta es Mónica Oriol, responsable a su vez del Círculo de Empresarios y consejera de Indra, con grandes vínculos con el PP. Según la empresa organizadora, correspondía a Seguriber determinar y llevar a la práctica el plan de seguridad, para el que ésta asignó 38 vigilantes, sobre los que Diviertt «no tenía potestad ni autoridad alguna».
Las irregularidades además son masivas: se triplicó el aforo permitido, eran los mismos porteros los que no rompían las entradas al acceder al recinto y luego las revendían a los integrantes de un «botellón» aledaño, no existió apenas cobertura médica a pesar de que era un acto multitudinario y lo último que se ha conocido es que el programa de televisión «El Hormiguero» de Pablo Motos, que se hacía en la calle Alcalá, concentró esa noche 42 policías municipales para 6000personas, mientras que el Madrid-Arena, con casi 30.000 personas, sólo recibió 14. El concejal de Seguridad del Ayuntamiento no ha querido responder al despropósito y sólo se ha conocido que Ana Botella respalda a todos los implicados políticos en la masacre.
De hecho, el vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, ha celebrado varios cumpleaños en locales pertenecientes a Miguel Ángel Flores, dueño de Diviertt S.L. y promotor de la fiesta de Halloween. Concretamente, el número dos de Ana Botella en el Ayuntamiento madrileño celebró varias fiestas en Cool y en la Terraza de Chamartín, tal y como él mismo ha reconocido, aunque precisando que acudió “como cualquier cliente a tomar unas copas” y negando que tenga ninguna deuda por esas celebraciones, informa El Mundo. Pese a que Villanueva insiste en que lo único que le une a Flores es una “relación de conocimiento” por su anterior etapa como delegado de Economía y Empleo cuando Alberto Ruiz-Gallardón aún era alcalde, este es un nuevo indicio de una relación de amistad entre ambos.
La amistad era significativa, pues en el sumario de la ‘Operación Edén’ contra las mafias de la noche madrileña, donde quedan reflejados los pinchazos telefónicos realizados por la Policía, estos revelan que Flores tiene un contacto en el Ayuntamiento de Madrid que le proporciona ciertas facilidades para organizar sus fiestas e incluso le exime de cumplir la ley.
Este empresario de la noche madrileña acumula desde el año 2000 una veintena de procedimientos judiciales en los ámbitos penal, civil y mercantil. Entre los asuntos que tiene en los juzgados de instrucción destaca un presunto delito contra los derechos de los trabajadores, alzamiento de bienes, y apropiación indebida. Éste se refiere a un conflicto con Antonio Aguilar, su antiguo socio, que le reclama una cantidad cercana al millón de euros. La compañía Adif le informó que debía abandonar la discoteca Macumba,que tiene en la estación de Chamartín. Flores no abandonó el local y Adif ha logrado una sentencia favorable que le obliga, salvo recurso, a dejar el lugar en diciembre de este año.
Según fuentes judiciales, Flores mantiene también cuatro contenciosos en los tribunales con la SGAE. El primero procede de 2008, y es una demanda por una actuación en la citada discoteca Macumba; se sustancia en el Juzgado Mercantil número 6 de Madrid. La empresa demandada es FSM World Clubbing S.L. Por una actuación en el mismo recinto, pesa sobre Flores otro proceso, esta vez en el Juzgado número 5 de lo Mercantil. Ante el mismo tribunal se sustancia otro pleito contra el promotor del Thriller Music Park, con la firma Orgullo Gay S.L. como demandada. Por último, la SGAE también tiene demandado a Miguel Ángel Flores por otras dos fiestas en el Madrid Arena: Infinitamente Gay y Space of Sound.
Por su parte, cerca de 150 amigos de las cuatro jóvenes fallecidas en el Madrid Arena la pasada noche de Halloween, Rocío, Cristina, Katia y Belén, han querido rendirles un homenaje en la Puerta del Sol con ramos de flores y velas. Un amigo del padre de Katia, en representación de las familias, ha leído un comunicado en el que agradece a los medios de comunicación el «trato recibido» y ha manifestado su confianza «absoluta y plena»en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que «participan en las investigaciones para el adecuado esclarecimiento de los hechos. En esta línea, ha deseado que «se haga cumplir las leyes existentes y se tomen cuantas medidas legislativas y administrativas sean precisas para que esto no vuelva a suceder jamás». Por último, Enrique también ha querido agradecer el apoyo de «la sociedad española».
En el acto, en el que se ha rendido un sentido homenaje a las jóvenes fallecidas, los responsables del sindicato de Estudiantes han exigido la «dimisión de Ana Botella y su vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva,» así como que se esclarezcan las responsabilidades de la empresa organizadora del evento. La concentración era presidida por una pancarta en la que se puede leer «Rocío, Cristina, Katia y Belén, no os olvidamos, juicio y castigo a los culpables». La protesta, iniciada a las 18.00 horas, se trasladó al Ayuntamiento de Madrid, donde se realizó una sentada desde las 20.00 horas.
