El Rey de Ultratumba en Cataluña (parte II)

UItratumba

La situación en Cataluña es tan insólita, tan al margen del resto de países del mundo, que bien puede calificarse de paranormal.

La causa de este fenómeno paranormal viene del reino de los muertos. Emana de un pasado franquista que no murió. Un pasado muerto viviente que produce reacciones antinaturales y excesos autodestructivos. El péndulo se precipita al otro lado: Franco, el Rey de Ultratumba, es quien mueve a los vivos como peones en un tablero.

Pero antes de exponer la manera de acabar con la criatura no-muerta, considero necesario entender las relaciones de poder en Cataluña. El poder político es una relación entre los gobernantes que lo detentan y los gobernados que lo padecen. En el caso español, esta relación es patológica.

Dije en mi anterior artículo que la neurosis nacional española nace del conflicto de dos pulsiones psíquicas. Por un lado, la vergüenza y repugnancia que nos producen nuestros dirigentes, y por otro, el natural amor y orgullo que nos suscita nuestra tierra, efecto natural del instinto de territorialidad que se da en todas las sociedades humanas sedentarias.

De un estado mental incoherente nacen conductas externas incoherentes. El español medio, a pesar de su desprecio y pesimismo por su propia clase dirigente, acude en rebaño a votar y a servir de alimento a sus amos. Servil y voluntariamente, los españoles doblan la cerviz ante aquellos mismos que saquean su país y lo hunden en la miseria moral y económica.

Dado que el poder político en toda la historia de España ha sido ejercido desde arriba por una clase política irresponsable, déspota y sin control ni vigilancia por unos bravos gobernados —tan fanáticos e intrépidos que detuvieron la islamización de Europa y colonizaron todo un continente con un puñado de hombres—, pesa sobre nuestro subconsciente colectivo un arquetipo de fieles vasallos sometidos a nefastos gobernantes: «Dios, qué buen vasallo si tuviese buen señor» (Cantar del Mío Cid).

No es difícil percibir en la mayoría de los españoles el deseo de acabar con esta contradicción neurótica. Pero como no tienen otro referente que el sistema de partidos —la propia causa de la patología—, muchos pacientes no ven más allá: su búsqueda es desesperada y ciega.

En el anhelo por una cura, por extirpar de raíz la enfermedad, millones de catalanes —jóvenes sobre todo—, han visto en el independentismo la única esperanza. Han podido percibir que en la ruptura con el Régimen del 78 hay una nueva realidad de energías psíquicas inmaculadas y fecundas. La larga y penosa enfermad nacional española se acabaría para los catalanes de esta manera.

Curiosamente, este anhelo es vigoroso incluso en la llamada «izquierda», cuyas tesis siempre se han opuesto al patriotismo o al nacionalismo como conceptos típicamente conservadores, frente a un avanzado humanismo racional y fraternal, sin naciones ni clases sociales. Así, los separatistas catalanes de toda guisa ideológica han descubierto la manera de sanarse y conectar con el sentimiento nacional: ese ancestral vínculo que nos une a la historia como colectividad y nos confraterniza ante las adversidades; con esa fuente rebosante de vida y esperanza en el porvenir que tienen las naciones… aquellas naciones que no están heridas, acomplejadas ni sumidas en incoherencias mentales.

Basta observar la jubilosa mirada de los irredentos en las calles de Cataluña para comprobar que en ellos brota, joven y puro, un obstinado ímpetu nacional que les une sentimentalmente bajo la estelada. Aunque sea una euforia infantil y utópica, como pasaré a explicar, los separatistas catalanes sienten una dicha verdadera al haberse librado del conflicto interno —del trastorno neurótico y acomplejado—, que atenaza al resto de los españoles cuando hablan de su nación.

Los independentistas vislumbran, tal vez sin saberlo, la cura para el alma psíquica de todo español. Esta cura es la ruptura radical con el Régimen del 78, un régimen de poder corrupto, basado en la mentira y la superstición1, e impuesto desde arriba.

Pero toda vez que el independentismo catalán se ha inoculado desde arriba (el Estado) hacia abajo (los gobernados), el fervor de los sediciosos no es un auténtico nacionalismo. En el fondo, la emoción que produce el orgullo nacional es biológicamente la misma, sólo que desde las instituciones catalanas se ha sustituido la palabra España por Cataluña. El espurio «nacionalismo catalán» es un feral estatalismo disfrazado de nacionalismo utópico. Los separatistas han sido vilmente engañados con ilusiones de ruptura con el Régimen del 78. ¡Unas promesas procedentes de la misma oligarquía estatal putrefacta que lleva robándoles y abusando de ellos durante décadas!

¿Cómo ha sido esto posible? ¿Cómo es posible engañar a tanta gente con promesas contradictorias e irrealizables?

La psicología de las masas, estudiada en las obras clásicas de Le Bon y Freud, explica detalladamente cómo la inteligencia y la individualidad de un sujeto quedan disueltas o mermadas cuando éste se integra en una multitud humana concentrada para un fin determinado.

Se ha observado que, dado el sentimiento de confianza y fuerza superior que confiere la masa a los individuos, y la irresponsabilidad hacia los actos propios que el anonimato de la muchedumbre proporciona, los integrantes de la masa experimentan una desinhibición de las pulsiones más brutales y primitivas, que disminuyen o desplazan sus facultades racionales. En una masa excitada, este peculiar estado anímico se contagia rápidamente por el efecto de las neuronas-espejo. El individuo se disuelve emocionalmente en la masa: su capacidad de pensamiento crítico es rebasada por unas emociones subconscientes desatadas, de ordinario reprimidas por la mente racional.

Tal estado de regresión a una actividad anímica primitiva (Freud), produce en los integrantes de la masa una conducta propia de niños o de hordas prehistóricas. Afloran las emociones prohibidas que un adulto racional y cuerdo suele reprimir. Ello explica el éxito del independentismo en las muchedumbres, concentradas, excitadas y alentadas por la oligarquía estatal catalana mediante su poderosa (y muy bien financiada) maquinaria estatal.

En su obra Psicología de las masas y análisis del Yo (1921), Freud nos explica que para influir sobre la masa es inútil matizar ni argumentar con lógica, dada la brutalidad de un sentimentalismo simple y extremo. Esto hace que las muchedumbres sean como niños o neuróticos, fácilmente manipulables con fantasías imposibles o hechos falsos: «La multitud es extraordinariamente influenciable y crédula. Carece de sentido crítico y lo inverosímil no existe para ella (…) Las multitudes no han conocido jamás la sed de la verdad. Demandan ilusiones, a las cuales no pueden renunciar. Dan siempre la preferencia a lo irreal sobre lo real, y lo irreal actúa sobre ellas con la misma fuerza que lo real. Tienen una visible tendencia a no hacer distinción entre ambos. Este predominio de la vida imaginativa y de la ilusión sustentada por el deseo insatisfecho ha sido ya señalado por nosotros como fenómeno característico de la psicología de las neurosis.»

Así es como la oligarquía estatal catalana ha manipulado, tal y como lo hiciera Hitler o Stalin (y por supuesto Franco), la fuente inagotable del sentimiento nacional de las masas, en pos de ambiciones egoístas, irresponsables y cortoplacistas que nos dañan a todos. Unas ambiciones destructivas (más Estado, más clase política, más fronteras) que objetivamente empobrecen nuestras fuerzas productivas y debilitan a todos los españoles en el escenario internacional.

Si bien las emociones que la masa irredenta experimenta sí son auténticas (neurológicamente idénticas a las que sentirían bajo el nacionalismo español o de cualquier otro país), no pasan del plano somático, hiper-dimensionado en las concentraciones populares por un efecto multiplicador ya conocido en la neurología y en la psicología de las masas. Pero, al margen de la euforia subjetiva y emocional, la realidad objetiva y racional es otra.

Ya sabemos que, estructuralmente, en España todo nacionalismo es un estatalismo. Jamás ha habido nacionalismo en España, porque la nación nunca ha sido libre. La clase política jamás ha sido una mandataria y mediadora entre la nación y el Estado2. Por eso, el llamado nacionalismo catalán no es otra cosa que consabido estatalismo.

Los dirigentes del separatismo catalán no engendrarán otra cosa que Estado, más Estado. Un Estado que, al emanar de una oligarquía de partidos, naturalmente seguiría dominando a la sociedad civil desde arriba hacia abajo y sin separación de poderes, como un trasunto en miniatura del Régimen del 78. La nación seguiría subyugada y expoliada por la misma clase política incontrolable. ¿Qué cabría esperar de un nuevo Estado alentado, ideado y fundado por aquellos mismos dirigentes que llevan cuarenta años expoliando al pueblo catalán?

El estatalismo catalán, con hipocresía, subterfugios y actos indecisos, juega con las emociones y un victimismo trasnochado; formula al pueblo difusas promesas de una independencia materialmente imposible. Juegan con el ansia (también presente en una gran mayoría de españoles) de experimentar un sentimiento nacional pleno, una vigorosa fraternidad colectiva sin corromper por un pasado vergonzoso y una indigna clase dirigente. Juegan con el deseo inconsciente de muchos españoles de romper para siempre con el Régimen del 78 y empezar un nuevo e ilusionante camino.

Puede que te preguntes: si lo que experimentan los partidarios de la división en Cataluña es un estatalismo, ¿dónde está el verdadero nacionalismo?

Se halla fuera del Estado, fuera de las putrefactas instituciones del Régimen del 78. El nacionalismo está en la sociedad civil, fuera de la necrópolis que enferma a la nación española con el hedor del No-muerto que la prostituyó.

La nación española yace en un sepelio rodeada de ratas y gusanos. Sólo la Libertad, guiada por la razón de su comprensión profunda, puede sacarla de la cárcava. Desentumecida con los rayos invictos de la Verdad, al amanecer la nación se levantará, ¡y caerán las alimañas que la gobiernan bajo los designios de un espectro!

La noche oscurísima alborea. Lo veremos en el próximo artículo.

***

1 En mi serie de artículos La Mentira Fundamental del Reino demuestro, asistido de criterios científicos y jurídicos, que vivimos en una falsa democracia basada en mitos.

2 Como señalé en el artículo anterior, la palabra nacionalismo no es descriptiva de una realidad donde la nación no está representada y no puede controlar ni vigilar a la clase política estatal. Dado que en España la nación está subordinada al Estado —y no al revés como debería ser—, la palabra que describe la realidad actual es estatalismo o estatismo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra
Traducir
Scroll al inicio

Política de privacidad

Queremos que leas y comprendas esta Política de Privacidad. Por eso, la hemos redactado en un lenguaje fácil y sencillo. No obstante, si quieres consultar las cuestiones más importantes, puedes dirigirte directamente al final y las verás especificadas de forma concisa en una tabla.

¿Quiénes somos y qué hacemos con tus datos?

En la asociación Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional (MCRC) (en adelante, “MCRC"), somos responsables del tratamiento de tus datos de carácter personal que llevaremos a cabo desde la página web del Diario Español de la República Constitucional (en adelante, el “Diario”): www.diariorc.com, la cual incluye la tienda de la editorial del MCRC (en adelante, la “Tienda”), cuyo dominio es de nuestra titularidad, según la información recogida en esta política de privacidad. Debes saber que somos una asociación cultural con domicilio social en Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, 28223, Madrid, y nuestro NIF es G-86279259. Si tienes cualquier duda o consulta acerca de cómo tratamos tus datos, puedes escribirnos a [email protected] y estaremos encantados de atenderte. El acceso y/o uso al Diario te atribuye la condición de usuario (en adelante, “Usuario”), e implica la aceptación, desde dicho acceso y/o uso, de la presente Política de Privacidad para las finalidades indicadas en la misma así como el Aviso Legal, que también puedes consultar en el Diario.

¿Qué información recabamos sobre ti?

Recogemos los datos estrictamente necesarios para garantizar el correcto funcionamiento del boletín, la provisión de los servicios de venta ofrecidos en la Tienda, así como para asegurar que cumplimos con lo que nos piden los Usuarios, ya sea mediante la solicitud de información como el envío de compras realizadas a través del Diario. Recabamos información sobre ti cuando:
  • Nos solicitas información, ya sea vía email o a través de nuestro formulario web.
  • Te suscribes a nuestro boletín informativo, y/o solicites el envío las publicaciones por Whatsapp.
  • Nos remites obras para su publicación en el Diario.
  • Realizas una compra en la Tienda.
  • Dejas un comentario en la sección de comentarios de los contenidos del Diario.
Para que la información facilitada esté siempre actualizada y no contenga errores, recuerda comunicarnos las modificaciones que se vayan produciendo de tus datos de carácter personal a través de un correo electrónico a nuestra dirección. Además, cuando navegues por el Diario, podrán instalarse en tu dispositivo distintas cookies y otros dispositivos de seguimiento con el fin de asegurar un correcto funcionamiento de la página web, tal y como te explicamos en la Política de Cookies que puedes consultar en el Diario.

¿De dónde hemos obtenido tus datos?

Como puedes ver en el apartado anterior, los datos personales que necesitamos tratar en relación con el Diario, nos los aportas libremente a través de distintos canales. No obstante, en caso de que aportes datos personales de un tercero, garantizas que le has informado de esta Política de Privacidad y has obtenido su autorización para facilitarnos sus datos con las finalidades indicadas. Igualmente, te haces responsable de cualquier daño o perjuicio, directo o indirecto, que pudiera ocasionarse como consecuencia del incumplimiento de tal obligación. Como Usuario, garantizas que los datos que nos facilites -ya sean tuyos o de un tercero- serán veraces y exactos, debiéndonos comunicar cualquier modificación de los mismos. Nos reservamos el derecho a excluir del Diario a aquellos usuarios que hayan facilitado datos falsos, sin perjuicio de las demás acciones que procedan en Derecho.

¿Cómo funciona el boletín y la lista de difusión de Whatsapp?

El MCRC cuenta con un boletín informativo digital mediante el cual se comunica con sus asociados y suscriptores para mantenerles informados de las últimas publicaciones, novedades, acciones y participaciones. Suscribirte al boletín es muy sencillo, simplemente tienes que indicar tu correo electrónico en el apartado al efecto del Diario. Así mismo, el MCRC dispone de una lista de difusión de Whatsapp mediante la cual realiza avisos informativos con las publicaciones del boletín. Si quisieras recibir los avisos mediante la lista de difusión simplemente tendrás que aportar tu número de teléfono. Todos los datos que nos proporciones serán tratados de conformidad con esta Política de Privacidad.

¿Cómo usaremos tus datos y en base a qué?

Los datos de carácter personal recabados por el MCRC podrán ser utilizados para las siguientes finalidades: (i) Información. (ii) El envío del boletín informativo del MCRC mediante correo electrónico, y para enviarte mensajes informativos por Whatsapp en el caso de haberte suscrito. (iii) El envío de compras realizadas en la Tienda. (iv) La publicación de comentarios en el Diario. Desde el MCRC utilizaremos tus datos con las siguientes finalidades:
  1. Atender tus peticiones de información.
  2. Enviarte el boletín informativo en el case de haberte suscrito.
  3. Enviarte cualquier compra realizada en la Tienda a la dirección que nos proporciones.
  4. Generar facturas relacionadas con las compras realizadas en la Tienda.
  5. Atender cualquier solicitud de ejercicio de tus derechos que nos puedas hacer llegar, en cumplimiento de nuestras obligaciones legales.

¿Durante cuánto tiempo guardamos tus datos?

Sólo mantendremos tus datos durante el tiempo que sea estrictamente necesario para ofrecerte la información que requieras y poder realizar los envíos y realizar un seguimiento de los mismos, y posteriormente durante el periodo que resulte indispensable para poder cubrir eventuales responsabilidades o para la formulación, ejercicio o defensa de reclamaciones. No obstante lo anterior, podrás solicitar la eliminación de tus datos, y en caso de resultar aplicables dichos plazos legales de conservación, se mantendrán bloqueados durante el tiempo que la normativa establezca. En cuanto a nuestro boletín, conservaremos los datos proporcionados en tanto no manifiestes tu voluntad de darte de baja de los servicios.

¿Vamos a comunicar tus datos a terceros?

No cederemos tus datos a terceros excepto cuando se nos requiera por Ley, y en particular, podremos comunicar tus datos a las siguientes entidades, siempre en relación con las finalidades descritas:
  • A los órganos competentes de las Administraciones Públicas en cumplimiento de las obligaciones legales que nos sean de aplicación.
  • A nuestros proveedores de servicios auxiliares, necesarios para el normal funcionamiento de los servicios contratados, incluido el envío de las compras realizadas en el portal. En el caso de que algún proveedor se encuentre en una jurisdicción ajena al ámbito de aplicación del RGPD, te garantizamos que se encontrarán adheridos al Escudo de Privacidad (Privacy Shield) UE - EE. UU. Puedes aprender más haciendo click en este hipervínculo: https://www.aepd.es/sites/default/files/2019-09/guia-acerca-del-escudo-de-privacidad.pdf
    • A nuestros colaboradores, en el seno de prestaciones de servicios, los cuales estarán obligados a su vez a guardar la más estricta confidencialidad.

¿Cuáles son tus derechos y cómo puedes ejercitarlos?

  1. Derecho a acceder a tus datos personales para saber cuáles están siendo objeto de tratamiento y con qué
  2. Derecho a rectificar cualquier dato personal inexacto -por ejemplo, si necesitas actualizar la información o corregirla en caso de que fuera incorrecta-.
  3. Suprimir tus datos personales, cuando esto sea posible. Si la normativa vigente no nos permite eliminar tus datos, los bloquearemos durante el tiempo restante.
  4. Solicitar la limitación del tratamiento de tus datos personales cuando la exactitud, la legalidad o la necesidad del tratamiento de los datos resulte dudosa, en cuyo caso, podremos conservar los datos para el ejercicio o la defensa de reclamaciones.
  5. Oponerte al tratamiento de tus datos personales.
  6. Llevar a cabo la portabilidad de tus datos.
  7. Revocar el consentimiento otorgado -por ejemplo, si te suscribiste al boletín y ya no deseas recibir más información-.
  8. Ejercer tu derecho al olvido.
Podrás ejercitar tus derechos en cualquier momento y sin coste alguno, indicando qué derecho quieres ejercitar, tus datos y aportando copia de tu Documento de Identidad para que podamos identificarte, a través de las siguientes vías:
  1. Dirigiendo un correo electrónico a nuestra dirección: [email protected]
  2. Dirigiendo una solicitud escrita por correo ordinario a la dirección Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, 28223, Madrid.
  3. Además, cuando recibas cualquier comunicación nuestra, clicando en la sección de baja que contendrá esa comunicación, podrás darte de baja de todos envíos de comunicaciones del MCRC previamente aceptados.
  4. Cuando te hayas suscrito a la recepción de mensajes informativos a través de Whatsapp podrás cancelar la suscripción desde el formulario del Diario donde te diste de alta, indicando que deseas darte de baja.
Si consideras que hemos cometido una infracción de la legislación en materia de protección de datos respecto al tratamiento de tus datos personales, consideras que el tratamiento no ha sido adecuado a la normativa o no has visto satisfecho el ejercicio de tus derechos, podrás presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, sin perjuicio de cualquier otro recurso administrativo o acción judicial que proceda en su caso.

¿Están seguros tus datos?

La protección de tu privacidad es muy importante para nosotros. Por ello, para garantizarte la seguridad de tu información, hacemos nuestros mejores esfuerzos para impedir que se utilice de forma inadecuada, prevenir accesos no autorizados y/o la revelación no autorizada de datos personales. Asimismo, nos comprometemos a cumplir con el deber de secreto y confidencialidad respecto de los datos personales de acuerdo con la legislación aplicable, así como a conferirles un tratamiento seguro en las cesiones y transferencias internacionales de datos que, en su caso, puedan producirse.

¿Cómo actualizamos nuestra Política de Privacidad?

La Política de Privacidad vigente es la que aparece en el Diario en el momento en que accedas al mismo. Nos reservamos el derecho a revisarla en el momento que consideremos oportuno. No obstante, si hacemos cambios, estos serán identificables de forma clara y específica, conforme se permite en la relación que hemos establecido contigo (por ejemplo: te podemos comunicar los cambios por email).

Resumen de Información de nuestra Política de Privacidad.

Responsable del tratamiento MOVIMIENTO DE CIUDADANOS HACIA LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL (MCRC) Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid. NIF: G-86279259
Finalidades de tratamiento de tus datos personales - Atender tus solicitudes de información, comentarios, peticiones y/o consultas en el marco de tu relación con el MCRC. - Atender las solicitudes para el ejercicio de tus derechos. - Enviarte todas las comunicaciones a las que te hubieras suscrito, incluido el boletín (si te hubieras suscrito) y comunicaciones por Whatsapp. - Enviar cualquier compra realizada en la Tienda del MCRC.
Origen de los datos tratados - Nos los has facilitado libremente tú mismo o un tercero en tu nombre. - Los hemos recabado a través de nuestro Sitio Web mediante cookies. Puedes obtener más información sobre este tratamiento en nuestra Política de Cookies.
Base de Legitimación para el tratamiento - El tratamiento es necesario para la ofrecerte la información necesaria en atención a tu condición de asociado del MCRC. - Para determinados tratamientos, nos has dado tu consentimiento expreso (ej participación en una acción; boletín…). - Contrato de compra entre las partes.
Cesión de datos a terceros - Cedemos tus datos a proveedores de servicios, incluidos aquellos relativos al envío de las compras realizadas en la Tienda. - En ningún caso se cederán tus datos a personas ajenas a la actividad del MCRC (ya sean asociados o ajenos a la asociación) y los servicios que nos has sido solicitado. - Cedemos tus datos a determinadas autoridades en cumplimiento de obligaciones legales (ej. Administraciones Públicas).
Plazos de conservación - Conservaremos tus datos durante el tiempo que siga vigente tu relación con el MCRC. - Si nos pides expresamente que los eliminemos, así lo haremos salvo que exista una obligación legal que nos lo impida o que, por ejemplo, necesitemos utilizarlos para la formulación, ejercicio y defensa de reclamaciones.
Derechos del interesado Podrás solicitarnos el ejercicio de tus derechos por correo electrónico: [email protected], o por escrito a nuestro domicilio social en Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid. Puedes pedirnos el derecho a acceder a tus datos, a solicitar su rectificación o supresión, a limitar el tratamiento de tus datos, o a oponerte a determinados tratamientos, a retirar el consentimiento que nos hubieras prestado, a la portabilidad de tus datos o a no ser objeto de una decisión basada únicamente en el tratamiento automatizado. Si no estás de acuerdo con el tratamiento que realizamos de tus datos, puedes presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos: www.aepd.es. Si tienes alguna duda sobre esta Política de Privacidad o el tratamiento de tus datos, escríbenos a nuestra dirección de correo electrónico [email protected], y estaremos encantados de atenderte.

¡Hola! ¿Quieres recibir todas nuestras novedades al instante?
Envíanos tu número de teléfono y te añadiremos a nuestra lista de
difusión de Whatsapp.

     

    Whatsapp