Sobre la recuperación de la política

Dalmacio Negro

DALMACIO NEGRO.

A pesar de todo, la fe en los poderes taumatúrgicos del Estado es general.

1.- Está tan arraigado el modo de pensamiento estatal, que la mención de que el Estado no es lo mismo que el Gobierno, que el Estado usurpa el lugar que le corresponde al Gobierno, o que el Estado es una ficción o un mito, causa sorpresa entre los mismos anarquistas, transformados muchos de ellos en estatistas “indignados”, pese a que Bakunin, el príncipe de la anarquía, había afirmado que «el Estado es un mecanismo históricamente temporal, una forma transitoria de sociedad». La fe en los poderes taumatúrgicos del Estado es general. Los marxistas siguen contándose entre los más entusiastas, aunque, según Marx, que no era marxista, «el ejecutivo del Estado moderno no es otra cosa que un comité que administra los negocios de la oligarquía». Lenin apuntó directamente al meollo del asunto: «incluso personas que se consideran libres de prejuicios religiosos confunden muy a menudo la cuestión especifica del Estado con problemas religiosos y tratan de elaborar una doctrina -con frecuencia muy compleja, con un enfoque y una argumentación ideológicos y filosóficos- que pretende que el Estado es algo divino, algo sobrenatural, cierta fuerza en virtud de la cual ha vivido la humanidad, que confiere, o puede conferir a los hombres, o que contiene en sí algo que no es propio del hombre, sino que le es dado de fuera: una fuerza de origen divino». En fin, gente que acepta e incluso desea que pueda desaparecer la Iglesia, el gran contrapunto del Estado como el dique que le contiene, se extraña o se estremece ante la posibilidad de que pueda desaparecer la estatalidad.

2.- Al mismo tiempo, empieza a ser corriente desde que lo advirtió Carl Schmitt, el tópico de que el Estado está definitivamente en crisis. Bastantes creen que la crisis es terminal; para algunos, es parte de la más general de la civilización europea, que, para otros, se circunscribe a la de la estatalidad, bien por su desmesura, bien porque se han agotado sus posibilidades, bien porque ha pasado su tiempo histórico o bien, por parte de los se creen más avisados, a causa de la globalización. No faltan quienes piensan, tal vez más certeramente, que todas esas crisis son la consecuencia de que está alboreando un nuevo tiempo-eje en la historia de la humanidad. El mundo se encuentra perdido entre las sombras del mañana, como títuló uno de sus libros el gran historiador Johannes Huizinga en los años treinta del pasado siglo.
Circunscribiendo la cuestión a la política, se trata seguramente de una crisis de legitimidad.

3.- La situación actual de Europa se compara con frecuencia con la del Imperio romano de Occidente, que concluyó con su desaparición tras una situación política de ilegitimidad prolongada durante siglos. El Imperio resurgió como mito fundacional en la figura del Sacro Imperio Romano Germánico, que, instituido por la Iglesia como restauratio Romae en el año 800, ha condicionado en gran medida la historia europea. El Estado ocupó desde el siglo XVI el lugar del Imperio, como la forma del poder político de las naciones. Reducido en Alemania a impedir su unidad política, la Monarquía hispánica, fenecida en 1834, heredó sus ideales, Napoleón lo restauró fugazmente en 1804, y sobrevivió como Imperio austro-húngaro desde 1806 hasta que lo disolvió Norteamérica en 1918. Hitler prometió restaurarlo como un tercer Reich que duraría mil años y, tras la nueva guerra civil europea de 1939-1945 en la que naufragó el intento, Raymond Aron, especuló con una nueva translatio imperii, por primera vez extraeuropea, a Norteamérica, “la República imperial”, mientras en Europa se proyectaba una unión nada imperial y muy estatista, que, se está quedando en un saldo de sus tradiciones y de su historia

4.- Existe una diferencia fundamental entre el Imperio Romano y el Estado. El Imperio Romano, de cuyas ruinas nació Europa, fue una realidad histórica que, una vez desrealizada, se convirtió en un mito que ha proyectado su sombra sobre toda la historia europea: Europa heredó, como un ave Fénix, el espíritu universalista que constituye la esencia de lo que ha llamado Rémi Brague “la vía romana” revitalizada por el sobrenatural universalismo eclesiástico, para el que el fin de la política es la libertad conforme al principio evangélico “la Verdad os hará libres”. En cambio, el Estado empezó siendo, decía Cassirer, un mito particularista de naturaleza coactiva, cuya consolidación histórica alteró la tradición política europea: al ser el miedo que es capaz de infundir con su poder el motor de la política estatal, devino cratológica, Alguien la ha calificado de demonológica, en contraste con la politológica de origen aristotélico, transformada en escatológica por san Agustín.

5.- Lo real es lo que hay y ese ente de razón mitificado opera desde el principio como una realidad. Quizá por una astucia de la razón, ha sido positivo en su conjunto, especialmente en la fase moderna. Sin embargo, desmenuzando su historia, elementos del Estado, positivos en principio, se han tornado negativos. Cada vez más preponderantes, aproximadamente desde que empezó a hablarse de su crisis, dejan al descubierto unidos a los negativos, la naturaleza mítica de la estatalidad. Sin demasiada exageración y sin necesidad de jugar al anarquismo, cabe afirmar que el Estado no sólo es hoy el mayor enemigo de la seguridad jurídica que necesitan las libertades, sino que está subvirtiendo la cultura y la civilización europeas, cuyo declive, tal vez decadencia en la perspectiva de la historia universal en la que es imperativo comparar, parece evidente.

6.- El Estado, que comenzó a fraguarse en “el otoño de la Edad Media”, sustituyó al Gobierno, la forma recurrente de lo Político, cuya naturaleza lábil y flexible se adapta mejor a los cambios históricos. Con las monarquías incipientemente nacionales, que se servían de la estatalidad como instrumento de su poder, el Estado pasó a ser la parte esencial del Gobierno de la Nación y, a medida que atraían aquellas hacia sí todas las fuerzas gracias al aparato estatal, el depositario indiscutido del poder y el lugar del mando político y de la autoridad.

7.- Atenerse a la necesssitá delle cose es la ley fundamental de la política concreta. Por eso es la prudencia (palabra relacionada con Providencia), que busca el bien por sí mismo (Aristóteles), la virtud principal del político. De ahí que, aunque la formación del Estado respondía a necesidades bélicas, consistiese su justificación originaria en que, en épocas inseguras, da con su mera existencia la protección y la seguridad que son incapaces de garantizar los gobiernos. Desde la segunda gran guerra civil europea de 1914-1918, ha sido visto utilizado como una sociedad de “seguros a todo riesgo”. Finalmente, está moral, política y materialmente en quiebra: la fuente principal de la inseguridad y la incertidumbre es el orden estatal.

8.- Consolidado con ocasión de las guerras religiosas suscitadas por la Reforma protestante -la guerra de los Treinta Años (1618-1648), la primera de las guerras civiles europeas-, para impedir la guerra civil, y fortalecido en las guerras imperiales napoleónicas, la belicosidad de la competencia entre los Estados adquirió en el siglo XX un carácter francamente destructivo: el Estado no sólo ha hecho posibles las peores guerras en la historia de la humanidad, sino que suscita continuas guerras civiles, por ahora sólo morales y espirituales, en el seno de la Nación.

9.- Las naciones europeas se formaron a medida que crecían las clases medias. Estas son consustanciales a la Nación, la forma política natural de la Europa emergida de la Edad Media feudal, cuyo reconocimiento formal tuvo lugar con ocasión del Concilio de Constanza (1414-18). Sin embargo, la política cratológica del Estado omnipresente por medios directos e indirectos está destruyendo las clases medias y, a la Nación con ellas. Se estaría instaurando un nuevo feudalismo, esta vez el de los “industriales” como decía Tocqueville -las nuevas oligarquías de las sociedades industriales-, mucho más despótico, decía también Tocqueville, que el las antiguas tiranías, anticipado por los Estados llamados Totalitarios.

10.- La tara principal del Estado consiste en que distorsiona la tradición europea de la política sometida al Derecho, que subsiste precariamente, igual que el Derecho, transformado por la voluntad de poder inherente al Estado en Legislación. Pues este gran mito es consustancial a la visión inmanente del poder que se autojustifica por su éxito. Que el poder justifica al poder fue el gran descubrimiento de Maquiavelo. La inmanencia se opone a la trascendencia y en consecuencia a la libertad, un «fenómeno originario, que no puede explicarse, sino únicamente afrontarse y entenderse a partir de él mismo» (R. Guardini). La naturaleza humana es libre por definición y, mediante la libertad, el hombre se trasciende, va más allá de sí mismo.

11.- La inmanencia del poder excita la ley de hierro de la oligarquía, una de los raras leyes de la política, en la que hay más bien regularidades que constantes. Federico Lasalle, el rival de Marx fundador de la socialdemocracia evolucionista, como la “ley de bronce económica” y se mostró partidario de la revolución legal permanente hasta estatalizar toda la existencia mediante la “persuasión coercitiva”. Robert Michels descubrió que es también inmanente a todas las formas del gobierno: la historia política podría escribirse de un modo mucho menos reduccionista y más exacto que el de la lucha de clases de la interpretación económica de la historia, como una lucha permanente entre las oligarquías, un fenómeno asimismo originario, como denota la palabra griega arquía.

12.- Todo Gobierno es de suyo oligárquico, y, en este sentido, decía Fernández de la Mora, la ley de hierro es la ley trascendental de la política. Es el centro hacia el que gravitan los problemas políticos decisivos. Los grandes conflictos políticos se reducen al grado en que resultan soportables o compatibles la seguridad y la libertad con la intensidad de la oligarquización de los regímenes. Ahora bien, el Estado es, justamente, el lugar en que anidan mejor las oligarquías. En el Gobierno, la sucesión completa o parcial de sus miembros altera, modifica, varía o cambia la composición de las élites, mientras el Estado, una máquina de poder que permanece, favorece la fijación de los intereses y la formación de una clase política integrada por las élites, unidas en un consenso oligárquico erga omnes. Esos intereses se hacen estatales y las clases dirigentes se perpetúan en el poder a través de la clase política, aunque las élites se alternen en el mando.

11.- Decía Gianfranco Miglio: «la edad en que estamos entrando, se anuncia a través de muchas señales, como una época abocada al respeto a la “realidad efectiva”». Nietzsche, para quien el Estado era “un monstruo frío”, profetizó el nihilismo como el porvenir de Europa. De hecho, no hay y seguramente no puede haber ya “hombres de Estado” ni siquiera políticos que ejerciten la virtud de la prudencia. Pues, todo político tiene que plegarse a las exigencias de la ratio del Estado omnipotente. Sin embargo, inmiscuido en todas partes, su omnipresencia suscita poderes indirectos e internos de toda laya que se disputan los beneficios del poder.
La protección y la seguridad estatales son ya prácticamente, las que les convienen a las oligarquías. Una de las urgencias de la coyuntura actual, un tiempo kairós, oportuno, del mundo occidental, es la recuperación de la política, degradada a charlatanería por las oligarquías que compiten entre sí por las prebendas del Estado, que sólo es ya soberano como tutor del pueblo, reducido a la impotencia.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra
Traducir
Scroll al inicio

Política de privacidad

Queremos que leas y comprendas esta Política de Privacidad. Por eso, la hemos redactado en un lenguaje fácil y sencillo. No obstante, si quieres consultar las cuestiones más importantes, puedes dirigirte directamente al final y las verás especificadas de forma concisa en una tabla.

¿Quiénes somos y qué hacemos con tus datos?

En la asociación Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional (MCRC) (en adelante, “MCRC"), somos responsables del tratamiento de tus datos de carácter personal que llevaremos a cabo desde la página web del Diario Español de la República Constitucional (en adelante, el “Diario”): www.diariorc.com, la cual incluye la tienda de la editorial del MCRC (en adelante, la “Tienda”), cuyo dominio es de nuestra titularidad, según la información recogida en esta política de privacidad. Debes saber que somos una asociación cultural con domicilio social en Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, 28223, Madrid, y nuestro NIF es G-86279259. Si tienes cualquier duda o consulta acerca de cómo tratamos tus datos, puedes escribirnos a [email protected] y estaremos encantados de atenderte. El acceso y/o uso al Diario te atribuye la condición de usuario (en adelante, “Usuario”), e implica la aceptación, desde dicho acceso y/o uso, de la presente Política de Privacidad para las finalidades indicadas en la misma así como el Aviso Legal, que también puedes consultar en el Diario.

¿Qué información recabamos sobre ti?

Recogemos los datos estrictamente necesarios para garantizar el correcto funcionamiento del boletín, la provisión de los servicios de venta ofrecidos en la Tienda, así como para asegurar que cumplimos con lo que nos piden los Usuarios, ya sea mediante la solicitud de información como el envío de compras realizadas a través del Diario. Recabamos información sobre ti cuando:
  • Nos solicitas información, ya sea vía email o a través de nuestro formulario web.
  • Te suscribes a nuestro boletín informativo, y/o solicites el envío las publicaciones por Whatsapp.
  • Nos remites obras para su publicación en el Diario.
  • Realizas una compra en la Tienda.
  • Dejas un comentario en la sección de comentarios de los contenidos del Diario.
Para que la información facilitada esté siempre actualizada y no contenga errores, recuerda comunicarnos las modificaciones que se vayan produciendo de tus datos de carácter personal a través de un correo electrónico a nuestra dirección. Además, cuando navegues por el Diario, podrán instalarse en tu dispositivo distintas cookies y otros dispositivos de seguimiento con el fin de asegurar un correcto funcionamiento de la página web, tal y como te explicamos en la Política de Cookies que puedes consultar en el Diario.

¿De dónde hemos obtenido tus datos?

Como puedes ver en el apartado anterior, los datos personales que necesitamos tratar en relación con el Diario, nos los aportas libremente a través de distintos canales. No obstante, en caso de que aportes datos personales de un tercero, garantizas que le has informado de esta Política de Privacidad y has obtenido su autorización para facilitarnos sus datos con las finalidades indicadas. Igualmente, te haces responsable de cualquier daño o perjuicio, directo o indirecto, que pudiera ocasionarse como consecuencia del incumplimiento de tal obligación. Como Usuario, garantizas que los datos que nos facilites -ya sean tuyos o de un tercero- serán veraces y exactos, debiéndonos comunicar cualquier modificación de los mismos. Nos reservamos el derecho a excluir del Diario a aquellos usuarios que hayan facilitado datos falsos, sin perjuicio de las demás acciones que procedan en Derecho.

¿Cómo funciona el boletín y la lista de difusión de Whatsapp?

El MCRC cuenta con un boletín informativo digital mediante el cual se comunica con sus asociados y suscriptores para mantenerles informados de las últimas publicaciones, novedades, acciones y participaciones. Suscribirte al boletín es muy sencillo, simplemente tienes que indicar tu correo electrónico en el apartado al efecto del Diario. Así mismo, el MCRC dispone de una lista de difusión de Whatsapp mediante la cual realiza avisos informativos con las publicaciones del boletín. Si quisieras recibir los avisos mediante la lista de difusión simplemente tendrás que aportar tu número de teléfono. Todos los datos que nos proporciones serán tratados de conformidad con esta Política de Privacidad.

¿Cómo usaremos tus datos y en base a qué?

Los datos de carácter personal recabados por el MCRC podrán ser utilizados para las siguientes finalidades: (i) Información. (ii) El envío del boletín informativo del MCRC mediante correo electrónico, y para enviarte mensajes informativos por Whatsapp en el caso de haberte suscrito. (iii) El envío de compras realizadas en la Tienda. (iv) La publicación de comentarios en el Diario. Desde el MCRC utilizaremos tus datos con las siguientes finalidades:
  1. Atender tus peticiones de información.
  2. Enviarte el boletín informativo en el case de haberte suscrito.
  3. Enviarte cualquier compra realizada en la Tienda a la dirección que nos proporciones.
  4. Generar facturas relacionadas con las compras realizadas en la Tienda.
  5. Atender cualquier solicitud de ejercicio de tus derechos que nos puedas hacer llegar, en cumplimiento de nuestras obligaciones legales.

¿Durante cuánto tiempo guardamos tus datos?

Sólo mantendremos tus datos durante el tiempo que sea estrictamente necesario para ofrecerte la información que requieras y poder realizar los envíos y realizar un seguimiento de los mismos, y posteriormente durante el periodo que resulte indispensable para poder cubrir eventuales responsabilidades o para la formulación, ejercicio o defensa de reclamaciones. No obstante lo anterior, podrás solicitar la eliminación de tus datos, y en caso de resultar aplicables dichos plazos legales de conservación, se mantendrán bloqueados durante el tiempo que la normativa establezca. En cuanto a nuestro boletín, conservaremos los datos proporcionados en tanto no manifiestes tu voluntad de darte de baja de los servicios.

¿Vamos a comunicar tus datos a terceros?

No cederemos tus datos a terceros excepto cuando se nos requiera por Ley, y en particular, podremos comunicar tus datos a las siguientes entidades, siempre en relación con las finalidades descritas:
  • A los órganos competentes de las Administraciones Públicas en cumplimiento de las obligaciones legales que nos sean de aplicación.
  • A nuestros proveedores de servicios auxiliares, necesarios para el normal funcionamiento de los servicios contratados, incluido el envío de las compras realizadas en el portal. En el caso de que algún proveedor se encuentre en una jurisdicción ajena al ámbito de aplicación del RGPD, te garantizamos que se encontrarán adheridos al Escudo de Privacidad (Privacy Shield) UE - EE. UU. Puedes aprender más haciendo click en este hipervínculo: https://www.aepd.es/sites/default/files/2019-09/guia-acerca-del-escudo-de-privacidad.pdf
    • A nuestros colaboradores, en el seno de prestaciones de servicios, los cuales estarán obligados a su vez a guardar la más estricta confidencialidad.

¿Cuáles son tus derechos y cómo puedes ejercitarlos?

  1. Derecho a acceder a tus datos personales para saber cuáles están siendo objeto de tratamiento y con qué
  2. Derecho a rectificar cualquier dato personal inexacto -por ejemplo, si necesitas actualizar la información o corregirla en caso de que fuera incorrecta-.
  3. Suprimir tus datos personales, cuando esto sea posible. Si la normativa vigente no nos permite eliminar tus datos, los bloquearemos durante el tiempo restante.
  4. Solicitar la limitación del tratamiento de tus datos personales cuando la exactitud, la legalidad o la necesidad del tratamiento de los datos resulte dudosa, en cuyo caso, podremos conservar los datos para el ejercicio o la defensa de reclamaciones.
  5. Oponerte al tratamiento de tus datos personales.
  6. Llevar a cabo la portabilidad de tus datos.
  7. Revocar el consentimiento otorgado -por ejemplo, si te suscribiste al boletín y ya no deseas recibir más información-.
  8. Ejercer tu derecho al olvido.
Podrás ejercitar tus derechos en cualquier momento y sin coste alguno, indicando qué derecho quieres ejercitar, tus datos y aportando copia de tu Documento de Identidad para que podamos identificarte, a través de las siguientes vías:
  1. Dirigiendo un correo electrónico a nuestra dirección: [email protected]
  2. Dirigiendo una solicitud escrita por correo ordinario a la dirección Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, 28223, Madrid.
  3. Además, cuando recibas cualquier comunicación nuestra, clicando en la sección de baja que contendrá esa comunicación, podrás darte de baja de todos envíos de comunicaciones del MCRC previamente aceptados.
  4. Cuando te hayas suscrito a la recepción de mensajes informativos a través de Whatsapp podrás cancelar la suscripción desde el formulario del Diario donde te diste de alta, indicando que deseas darte de baja.
Si consideras que hemos cometido una infracción de la legislación en materia de protección de datos respecto al tratamiento de tus datos personales, consideras que el tratamiento no ha sido adecuado a la normativa o no has visto satisfecho el ejercicio de tus derechos, podrás presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, sin perjuicio de cualquier otro recurso administrativo o acción judicial que proceda en su caso.

¿Están seguros tus datos?

La protección de tu privacidad es muy importante para nosotros. Por ello, para garantizarte la seguridad de tu información, hacemos nuestros mejores esfuerzos para impedir que se utilice de forma inadecuada, prevenir accesos no autorizados y/o la revelación no autorizada de datos personales. Asimismo, nos comprometemos a cumplir con el deber de secreto y confidencialidad respecto de los datos personales de acuerdo con la legislación aplicable, así como a conferirles un tratamiento seguro en las cesiones y transferencias internacionales de datos que, en su caso, puedan producirse.

¿Cómo actualizamos nuestra Política de Privacidad?

La Política de Privacidad vigente es la que aparece en el Diario en el momento en que accedas al mismo. Nos reservamos el derecho a revisarla en el momento que consideremos oportuno. No obstante, si hacemos cambios, estos serán identificables de forma clara y específica, conforme se permite en la relación que hemos establecido contigo (por ejemplo: te podemos comunicar los cambios por email).

Resumen de Información de nuestra Política de Privacidad.

Responsable del tratamiento MOVIMIENTO DE CIUDADANOS HACIA LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL (MCRC) Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid. NIF: G-86279259
Finalidades de tratamiento de tus datos personales - Atender tus solicitudes de información, comentarios, peticiones y/o consultas en el marco de tu relación con el MCRC. - Atender las solicitudes para el ejercicio de tus derechos. - Enviarte todas las comunicaciones a las que te hubieras suscrito, incluido el boletín (si te hubieras suscrito) y comunicaciones por Whatsapp. - Enviar cualquier compra realizada en la Tienda del MCRC.
Origen de los datos tratados - Nos los has facilitado libremente tú mismo o un tercero en tu nombre. - Los hemos recabado a través de nuestro Sitio Web mediante cookies. Puedes obtener más información sobre este tratamiento en nuestra Política de Cookies.
Base de Legitimación para el tratamiento - El tratamiento es necesario para la ofrecerte la información necesaria en atención a tu condición de asociado del MCRC. - Para determinados tratamientos, nos has dado tu consentimiento expreso (ej participación en una acción; boletín…). - Contrato de compra entre las partes.
Cesión de datos a terceros - Cedemos tus datos a proveedores de servicios, incluidos aquellos relativos al envío de las compras realizadas en la Tienda. - En ningún caso se cederán tus datos a personas ajenas a la actividad del MCRC (ya sean asociados o ajenos a la asociación) y los servicios que nos has sido solicitado. - Cedemos tus datos a determinadas autoridades en cumplimiento de obligaciones legales (ej. Administraciones Públicas).
Plazos de conservación - Conservaremos tus datos durante el tiempo que siga vigente tu relación con el MCRC. - Si nos pides expresamente que los eliminemos, así lo haremos salvo que exista una obligación legal que nos lo impida o que, por ejemplo, necesitemos utilizarlos para la formulación, ejercicio y defensa de reclamaciones.
Derechos del interesado Podrás solicitarnos el ejercicio de tus derechos por correo electrónico: [email protected], o por escrito a nuestro domicilio social en Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid. Puedes pedirnos el derecho a acceder a tus datos, a solicitar su rectificación o supresión, a limitar el tratamiento de tus datos, o a oponerte a determinados tratamientos, a retirar el consentimiento que nos hubieras prestado, a la portabilidad de tus datos o a no ser objeto de una decisión basada únicamente en el tratamiento automatizado. Si no estás de acuerdo con el tratamiento que realizamos de tus datos, puedes presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos: www.aepd.es. Si tienes alguna duda sobre esta Política de Privacidad o el tratamiento de tus datos, escríbenos a nuestra dirección de correo electrónico [email protected], y estaremos encantados de atenderte.

¡Hola! ¿Quieres recibir todas nuestras novedades al instante?
Envíanos tu número de teléfono y te añadiremos a nuestra lista de
difusión de Whatsapp.

     

    Whatsapp